Más información sobre... Lengua Eblaíta
Alrededor de 10.000 tablillas datadas hacia 2500-2400 antes de Cristo, han sido encontradas en Ebla, cerca de Aleppo en Siria. Parece ser que debían ser parte de una biblioteca; algunas son sólo fragmentos pequeños, pero hay otras que son enormes de tamaño con 3.000 líneas de escritura y más.
Mucho de lo escrito en esas tablillas está en lengua sumeria y por lo tanto ello no nos da la clave para conocer la lengua local. Los escribas de Ebla tomaron de Sumer el uso del barro como medio de escritura y el cuneiforme sumerio como su sistema, y por conveniencia siguieron usando la mayor parte de los signos sumerios para la mayoría de los objetos y transacciones que sus textos comerciales registran. Se estima que el 80 por ciento de las palabras en los textos de Ebla son sumerias y el 20 por ciento restante reflejan la lengua local, llamada ahora lengua eblaíta. La figura inferior procede de los archivos reales de Ebla y es de mediados del III milenio antes de Cristo.
Una buena aparte de los textos son administrativos, sobre la industria textil, comercio en metales, agricultura y asuntos personales. La figura inferior muestra uno de esos documentos en los que se lista una serie de productos textiles.
Anverso: "281 vestidos, 11 ceñidores de colores de calidad, 100 ceñidores de colores: lo que Ibrium ha recibido de Wana en la localidad de Alaga. 670 vestidos, 40 ceñidores de colores de calidad, 600 ceñidores de colores: lo que a cambio ha sido entregado para la localidad de Alaga y para Wana. 50 vestidos, 20 ceñidores de colores: es lo que Ashum ha recibido cuando Ibrium se ha desplazado a Alaga. Total: 1001 vestidos, 51 ceñidores de calidad Reverso: 720 ceñidores de colores. 562 vestidos, 1 ceñidor de colores de calidad, 280 ceñidores de colores para 281 personas: asignación de tejidos en la tesorería (de Ebla) por los que se han desplazado a Alaga. Además 23 vestidos, 1 ceñidor de colores de calidad, 11 ceñidores de colores han recibido asignación de tejidos los representantes de Wana que se han desplazado a la tesorería (de Ebla)." En conjunto, los descubrimientos de Ebla aclaran en muchos aspectos la historia antigua y los antecedentes primitivos de la Biblia. Con su imperio, la ciudad de Ebla, cuya población se indica en una tablilla que era de 260.000 habitantes, constituyó una de las potencias más grandes del antiguo Cercano Oriente durante el tercer milenio antes de Cristo. Entre las tablillas descubiertas se mencionan seis reyes, de los cuales uno es Ebrum. El parecido de su nombre al de Heber, el padre de los semitas, según Génesis 10:21, es sorprendente, ya que es prácticamente el mismo nombre que el del Heber bíblico, quien era descendiente directo de Noé y el antecesor en la sexta generación de Abraham. Al registrar el comercio y los tratados de Ebla, las tablillas mencionan los nombres de cientos de lugares, entre los cuales están Urushalim (Jerusalén), Gaza, Laquis, Jope, Astarot, Dor y Meguido. Una tablilla menciona las ciudades de la llanura, en el mismo orden de Génesis 14:2 (Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboyim y Bela o Zoar), como ciudades con las que Ebla llevaba a cabo un gran intercambio comercial. La historia del diluvio se registra en cinco columnas de una tablilla pequeña.
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