TEORÍAS LINGÜÍSTICAS DEL HUMOR
por Fco. Javier Sánchez García1
- La teoría semántica en los esquemas de Raskin y la
teoría de la relevancia en los esquemas de Curcó o Yus.
La semántica de script o de esquema de Raskin se sitúa
dentro de la semántica cognitiva. Intenta Raskin establecer un modelo formal de
la competencia humorística: ¿qué combinaciones dan lugar a estructuras
humorísticas y cuáles no? Para ello elabora un Principio de Cooperación
Humorístico. Distingue dos tipos de comunicación: Bona Fide y Non Bona Fide.
La primera se relaciona con la mayoría de la comunicación siempre que ésta no
infrinja el Principio de Cooperación; la segunda, se relaciona con dos tipos de
comunicación: el chiste (humor) y la mentira, usos desviados del lenguaje.
Curcó no se centra en las propiedades de los textos o
discursos humorísticos sino en los mecanismos de interpretación humorística:
los procesos cognitivos asociados al humor. Para Raskin el humor es un uso
desviado del lenguaje, mientras que para Curcó no. En él operan los mecanismos
de siempre.
Curcó retoma la forma de concebir la incongruencia de
Forabusco (1992) "Un estímulo es incongruente cuando difiere del modelo
cognitivo referente". La incongruencia es un instrumento para alcanzar el
efecto humorístico, es decir, no es en sí misma un mecanismo generador de
humor.
Francisco Yus Ramos también se decanta por la idea de que la
incongruencia es necesaria pero no suficiente para la creación de un efecto
humorístico. "Mi modelo comunicativo incide sobre todo en la imposibilidad
inicial de determinar la intencionalidad de muchos actos (no)-verbales de
nuestros interlocutores (Yus:1996).
Piensa además que "la Teoría de la Relevancia es un
avance claro en la explicación pragmática de la conducta comunicativa humana"...
Centrándose en comprender "por qué entendemos los mensajes, en qué forma
los entendemos y en qué circunstancias concurrentes los mensajes varían su
significación" (Yus:1997).
Raskin caracteriza un texto como chiste si cumple dos
condiciones: a) ser compatible parcial o plenamente con dos esquemas diferentes;
y b) los dos esquemas tienen que oponerse.
Para Curcó el mecanismo generador de humor parte de una
suposición básica (Key assumption) la cual se presenta en contradicción con
la suposición previsible (target assumption). Se invierte el grado de fuerzas
mediante la contradicción. La suposición fuerte pasa a ser débil y viceversa.
La recepción de una incongruencia indica al oyente la posibilidad de que el
hablante expresa de manera implícita una actitud de distanciamiento con
respecto a una de las suposiciones.
Curcó critica la idea de la existencia de unos principios
del humor en nuestra mente. Es nuestra competencia gramatical la que nos permite
producir y entender sin esfuerzo un número indeterminado de construcciones
gramaticales, incluídos los chistes.
Raskin no explica qué mecanismo semántico o pragmático nos
hacer gozar de la incongruencia. La idea de que el discurso humorístico es un
desvío respecto al discurso normal está desacreditada hoy en día.
- Attardo (1993): "Violation of
conversational maxims and cooperations: The case of jokes"
¿Condiciona un chiste la información que ofrece? Attardo
reflexiona sobre el carácter del texto humorístico o chiste, y, partiendo de
una recapitulación del Principio de Cooperación (PC) de Grice, explica cómo
el chiste viola las máximas conversacionales.
Grice distingue diversas actitudes en el hablante; éste
cumple las máximas, las viola, se burla de ellas o saca provecho de las mismas.
El caso más interesante es la violación de una máxima para salvar la
violación de otra.
¿Favorece el chiste un próspero intercambio comunicativo, o
por el contrario viola el PC?. Si tanto el hablante como el oyente persiguen el
entendimiento, entonces deduciremos que existe la intención de no violar el PC.
Raskin ha establecido un Principio de Cooperación del humor, o del chiste,
tomando como base el PC de Grice.
No obstante, el conocimiento del hablante sobre las
violaciones de las máximas que producen los chistes, no implica que éstas no
existan sino, simplemente, que el oyente ya las espera sin sorpresa.
La reflexión sobre el carácter del chiste ha ido
acompañado por el intento de creación de una Teoría del Humor, véase por
ejemplo: Sperber y Wilson (1981) o Yamaguchi (1988).
Yamaguchi (1988) insiste en que el chiste, caracterizado por
la ambigüedad, viola las máximas conversacionales de Grice. El narrador, por
su parte, minimiza su responsabilidad a la hora de romper la máxima. Yamaguchi
aporta una descripción de las técnicas usadas por el hablante para disimular
la violación del PC en la narración. Attardo, por su parte, refuta la
inocencia del narrador. éste siempre es culpable de la violación.
Raskin (1985:110-114) explica cómo el oyente transforma la
información que considera fidedigna (Bona Fide) en Non Bona Fide (NBF), al
percibir el carácter humorístico del texto. Es decir, el oyente procesa el
texto, nota la violación del PC, vuelve atrás y reinterpreta el texto como una
broma.
Ahora bien ¿cómo puede el chiste aportarnos información
siendo NBF? Attardo expone tres maneras: 1) base presuposicional, 2) metamensaje
y 3) supresión de la violación.
1) base presuposicional:
"El asesino de Kennedy no formaba parte de la CIA".
A partir de esta oración suponemos que a) Kennedy murió, b)
su muerte no fue accidental, c) fue asesinado, d) alguien podría suponer que la
CIA lo hizo y e) la CIA en algunas circunstancias actúa así.
Es decir, un chiste puede dar información actual aunque
viole el PC. La respuesta puede ser absurda pero la presuposición no.
2) metamensaje:
Al contar un chiste expresamos un gran número de
inferencias. Se presenta el carácter de quién lo cuenta y su percepción del
mundo. Un ministro bautista no contará los chistes de la misma manera que un
grupo de "hippies".
3) supresión de la violación:
El oyente puede interpretar el chiste seriamente y, por lo
tanto, suprimir la violación de las máximas.
Attardo no olvida comentar la repercusión social del humor.
¿Cómo se utiliza el humor en la sociedad?. Expone que hay unas tácticas con
las que el hablante no se compromete con la información que ofrece. éstas son
el "tanteo" y "retroceso". El oyente puede tantear, mediante el humor,
las reacciones y la opinión de los oyentes acerca de un tema. Si la reacción
es violenta, entonces se pone en marcha el "retroceso" con expresiones como
"era simplemente una broma".
El humor, pues, puede producir, a pesar de su agresividad, la
identificación en grupo. Attardo ejemplifica diciendo que si A cuenta a B un
chiste agresivo y C, D, E se ríen, B supone que A,C,D,E comparten la misma
intención agresiva. Hay entonces dos grupos: 1) A,C,D,E y 2) B.
Attardo concluye que:
- los chistes implican, al menos, una submáxima del PC en
BF.
- los hablantes usan los chistes para explotar la
retractabilidad de sus dichos y otros modos de intimidad.
- Chistes y juegos de ingenio. Puntos en común.
Hablar de las características comunes entre los chistes y
los juegos de ingenio del tipo "Sea paciente. No fume", supone hacer una
rápida alusión a un uso del lenguaje específico y no ordinario. Esto es así
porque se utiliza el principio de economía, la ambigüedad, el final abrupto o
el uso aproximativo del lenguaje, entre otros.
Un rápido análisis del enunciado "Sea paciente. No fume"
(ubicado en el hospital) nos permite distinguir, sin muchos esfuerzos, dos
posibles interpretaciones: a) se nos insta a desarrollar la actitud de la
paciencia y a no fumar, dentro del ámbito del hospital; y b) se nos plantea la
posibilidad de colocarnos en el lugar de la persona que se encuentra en el
hospital por motivos médicos o de salud: el paciente. Estas dos posibilidades
se nos presentan con una estructura tan sencilla como la que acabamos de
analizar.
El chiste persigue también presentar la mayor
información posible con el menor número de palabras: "¿Sabes cómo
se llaman los habitantes de San Sebastián?" (a lo que se responde) "Todos
no". Puede haber también más de una interpretación en estos enunciados. Y
sin embargo, tanto en el caso de "Sea paciente" como en el del chiste
sabemos que prevalece una interpretación sobre la otra. Hay, pues, tanto en un
caso como en otro la intención de resaltar una información. Ana
Mª Vigara Tauste (1994: 25) afirma que "el chiste como texto no es
improvisado", por lo tanto deducimos que es información elaborada,
como también lo es el juego de ingenio. Bien es cierto que el chiste suele
presentar un final abrupto (factor sorpresa), y el juego de ingenio no tanto.
Toda esta información elaborada, pues, utiliza diversos
factores para su presentación. Uno de ellos es el principio de economía
(Giora 1991: 465-485). Ya hemos comprobado cómo se presenta una gran cantidad
de información con el menor número de palabras posibles.
Toda esta información juega con la ambigüedad.
No es lo mismo decir "Sea paciente. No fume" que "Tenga paciencia. No fume".
La primera sí incluye la interpretación de la segunda, pero no ocurre del
mismo modo al contrario. Por lo tanto, observamos que hay dos posibles
interpretaciones que toman como base una misma estructura. Lo mismo ocurre con
el chiste. Podemos interpretar que se pregunta: a) cómo se llama cada uno de
los habitantes que pertenecen a San Sebastián; o b) como se llama al conjunto
de habitantes de una determinada zona del país, en este caso, San Sebastián.
La persona que responde opta por la interpretación menos obvia, la distributiva
en lugar de la colectiva. Ahí está el golpe y efecto humorístico.
Un último punto que me interesa resaltar es la intención de manifestar una actitud (Sperber y Wilson (1994: 284-296). Tanto
los enunciado eco y de ironía, como los chistes y los juegos de ingenio sirven
para manifestar actitudes que a su vez son testimonio de pensamientos y
opiniones concretas acerca de algo. En un hospital, "Sea paciente. No fume."
nos propone pensar en alguien más que en nosotros mismos o nuestras
necesidades.
Attardo, como hemos visto en el ejercicio anterior, nos
muestra que una de las características de los usos humorísticos es la
capacidad que tienen éstos para crear vínculos sociales de proximidad o
lejanía, aceptación o rechazo, frente a convicciones políticas,
religiosas...... No es fácil escuchar, en la actualidad, un chiste racista, o
verde, desde el púlpito de una iglesia. Y tampoco encontraremos el juego de
ingenio "Sea paciente. No fume" en una cafetería o bar.
1 Francisco Javier Sánchez es licenciado en Filología y miembro de la Junta
Directiva de Proel .
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