El Chad, con una población de algo más de 5 millones de personas posee una variante dialectal del árabe que es continuación de la sudanesa, y cuya cifra de hablantes se calcula en medio millón de personas, quienes sostienen ser descendientes de los que escaparon de los mamelucos egipcios en los siglos XIV y XV. El árabe es junto con el francés la lengua oficial en Chad.

Los que viven en las estepas de Kanem, Batha y Wadday son nómadas criadores de ganado quienes afirman tener ascendencia Juhayna mientras que los cultivadores sedentarios viven en la zona entre los grados 10 y 13 al norte de Wadday y al oeste de Bornu. Algunas formas de árabe urbano se han desarrollado y la lengua de la corte del Sultán emergió como una especie de koiné. También hay bolsas de árabe en las regiones fronterizas con el norte de Camerún, Nigeria y Bornu. Las noticias radiales desde la capital N'djamena se dan en un pidgin árabe.

Hay muchas diversidad en las formas del árabe pero la lengua es básicamente homogénea, siendo las diferencias de naturaleza fonológica sin demasiada dificultad para la comunicación. Hay un número de fonemas árabes que se han perdido y que se pronuncian de otra manera. Entre las innovaciones más importantes puede citarse el uso de -al como marcador relativo, la expansión de raíces biliterales a triliterales añadiendo una vocal o consonante y la pronunciación de las consonantes enfáticas del árabe clásico como inyectivas.