Históricamente se sabe que muchas de las tribus árabo parlantes vinieron al Sudán en la Edad Media de Egipto, como los sedentarios Ga'aliyyin, de Jiyaz, los Guhayna, que afirman proceder de Qajtan y Jimyar, o de Libia en el siglo XIX. Algunas de las tribus Guhayna, especialmente la Shukriyya, la Kababish en Kordofán y la Rufa'a, entraron en Sudán por el Mar Rojo y forman una unidad. 

Sudán, con una población de 26.000.000 de personas es tal vez la región más problemática del mundo arabófono. Aunque el árabe es la lengua principal es imposible estimar el número de sus usuarios que lo tienen como primera lengua. El 70 por ciento de la población de Sudán es musulmana con un 20 por ciento indígena y un 5 por ciento cristiana en el sur, hablando unas 100 lenguas que no son semíticas, aunque el papel predominante del Islam indica que la inmensa mayoría de la población se acostumbrará a usar el árabe, aunque sólo sea como segunda lengua. Sudán es también la región menos estudiada de lengua árabe en términos de descripción erudita. 

Hay una abundancia de textos de todas las regiones que han sido recopilados con inadecuadas descripciones gramaticales y vocabulario, siendo los sudaneses mismos conscientes de sus valores tradicionales hasta el punto de presentar su cultura oral en la prensa y en la radio, aunque el único dialecto analizado a satisfacción de un lingüista es el de los criadores de camellos de Shukriyya, compuesto por unas 200.000 personas, quienes afirman descender de 'Ali ibn Abi Talib y que viven entre Atbara y el Nilo Azul.

La escasa información lingüística hace imposible ofrecer clasificación alguna de los dialectos árabes sudaneses. Los dialectos ga'aliyyin hablados por sedentarios establecidos a lo largo del cinturón del Nilo y viviendo en simbiosis con los beduinos parecen formar un discreto grupo remontando sus orígenes en Egipto, lo que es confirmado por su distintiva forma de lenguaje.

El dialecto de prestigio es el de Omdurman mientras que los criadores de ganado nómadas Baggara de Kordofán y de Dar Fur tienen un dialecto distintivo con muchas características no semíticas. En la región costera de Sudán, entre Tokar y la frontera con Eritrea, se encuentran unas pocas bolsas de árabe peninsular puro del tipo jiyazi y yemení hablado por los Rashayda y los Zubaydiyya.