En los años sesenta y
setenta todavía se podían encontrar hablantes en kusunda, pero el resto
son individuos que se han adaptado a una cultura sedentaria agrícola. Hay
algunas personas que recuerdan la lengua de sus padres, aunque ninguna
hablan la lengua como medio de comunicación. Viven en Damaulī
y cerca de Gorkhā
y también al oeste en Dāng
y Surkhet. Está moribunda. |