Todas las lenguas de esta familia poseen unos sistema de casos muy complejos,
principalmente debido a la abundancia de locativos, que expresan relación
espacial, por ejemplo en dido existen 42. Los casos se forman por aglutinación
y en cada uno incluye un sufijo especial que señala la posición de referencia
(encima, debajo, cerca, detrás, etc.). Este sufijo puede a su vez ser seguido
por otro que expresa moción (hacia, desde, para, etc.). El
sistema de sonidos de las lenguas naj-daguestánicas es diverso. Hay hasta
cinco vocales (a, e, i, o, u) aunque en
algunas lenguas la o está ahora llegando a ser una nueva unidad
independiente. Junto a esas vocales cardinales en varias lenguas hay
también vocales largas y nasalizadas (andi),
faringealizadas (udi) y labializadas (dido).
En las lenguas naj, como la chechena,
el sistema vocálico es muy intricado pues el número de vocales aumenta
hasta 30 (incluyendo diptongos y triptongos).
El sistema consonántico de las lenguas naj es relativamente
simple, coincidiendo en líneas generales, con el de las lenguas
caucásicas meridionales, salvo un número de consonantes faringeales característico
de las lenguas naj y sonido lateral peculiar del batsbi. La
oposición de consonantes fuertes y débiles sordas es típico de la mayoría
de las lenguas daguestánicas. Este contraste se ha perdido en un número
de dialectos y lenguas, como en dido y ciertos dialectos del avar.
Los grupos labializados kw, qw, sw, etc. están muy esparcidos.
En las lenguas avar-andi-dido y en archi hay
sonidos fricativos y laterales africados, poseyendo el máximo el ajvajo
con seis. Todas las lenguas caucásicas tienen una serie de oclusivas de tres
clases: sonoras, sordas aspiradas y glotalizadas. En algunas lenguas las consonantes
fuertes y débiles también están en contraste. Normalmente las lenguas
que tienen un fuerte desarrollo sistema vocálico tienen un sistema
consonántico relativamente simple, como el checheno, ingusetio y dido, y
viceversa, como el avar, lak y dargin. Hay
varias características estructurales comunes en morfología siendo la más
peculiar la existencia de clases de categoría gramatical (ocho en batsbi,
seis en checheno y andi, cinco en chamalal,
cuatro en lak, tres en avar y dos en tabasarano). En
dos lenguas (lezgi, udi) la diferenciación por clases ha desaparecido. La
clase de 'cosa' se distingue de la de 'persona' que a su vez se puede
distinguir en subclases de masculino y femenino. Los
nombres tienen muchos casos, tanto en singular como en plural; hay casos
cardinales (nominativo, ergativo, genitivo y dativo) y casos locales que
denotan la localización de algo con especificación del movimiento. El caso
ergativo está presente en todas las lenguas naj-daguestánicas. Los
nombres tienen diferente forma radical en los casos nominativo y oblicuo En la lengua lezgi una característica estructural es la aglutinación, es
decir, la combinación de elementos de distinto significado en una sola
palabra. Una característica típica de la sintaxis naj-daguestánica es
la presencia de la construcción ergativa de la frase (el sujeto del verbo
transitivo se pone en el caso ergativo y el objeto real en el nominativo).
Las frases complejas se forman normalmente con la construcción participio
y adverbio-participio. El vocabulario original de las lenguas caucásicas septentrionales
ha sido preservado firmemente en las lenguas modernas, aunque hay muchos préstamos
del árabe (por el Islam), túrcico
y persa. Hay también préstamos de las lenguas
vecinas (georgiano y osetio).
El ruso, que tuvo su mayor influencia desde finales
del siglo XIX, fue por décadas la principal fuente de nuevas palabras, especialmente
en lo que se refiere a terminología técnica. |