Aunque Barbados fue la
segunda isla de las Antillas Menores en ser colonizada por los ingleses
(1627) fue la primera en importancia en la difusión del inglés y el
criollo. Durante los primeros veinte años de asentamiento la mayor parte
del trabajo en las plantaciones de tabaco fue llevada a cabo por siervos
contratados de Gran Bretaña e Irlanda. La isla prosperó y el número de
colonos se disparó de 4.000 en 1631 hasta 37.000 en 1642. Durante la
guerra civil inglesa, Barbados se convirtió en un penal de prisioneros de
guerra, gitanos, rebeldes irlandeses, prostitutas y criminales. Esta
población blanca que hablaba formas regionales de inglés alcanzó su
pináculo en la década de 1640, pero súbitamente declinó a consecuencia
de la plaga que barrió el Caribe desde 1647 a 1649 y también por el
cambio económico en la isla.
El cultivo de azúcar,
más beneficioso que el del tabaco, se introdujo en la década de 1640. El
trabajo para producir azúcar era mucho más duro y los siervos
contratados no querían hacerlo, por lo que su trabajo comenzó a ser
reemplazado por los esclavos africanos. En 1640 había sólo unos
centenares pero en 1685 ya había 46.000 esclavos africanos en Barbados
mientras que el número de blancos había caído a 20.000. Los antiguos
siervos contratados fueron obligados a dejar la isla al multiplicarse las
plantaciones de azúcar, emigrando a mediados del siglo XVII y poblando
nuevos asentamientos ingleses en Surinam, Jamaica y Carolina, llevando
con ellos su criollo barbadiano. |