El eslavo eclesiástico es la lengua extrapolada de un
pequeño cuerpo de documentos del siglo X, consistentes de traducciones
hechas a partir del griego de textos
eclesiásticos. Esos textos eslavos, conteniendo características
dialectales principalmente balcánicas, tienen también una mezcla de
moravianismos, pues las primeras traducciones fueron usadas por los
misioneros en su actividad en Moravia. Los primeros textos fueron copiados
en glagolítico, una escritura
inventada por Cirilo (Constantino)
y Metodio, pues el mal llamado cirílico fue diseñado en los Balcanes tras
la expulsión de los misioneros de Moravia hacia el 885. En un primer momento, el eslavo eclesiástico se convirtió en vehículo de traducción de textos bíblicos, litúrgicos y teológicos en griego. Siguiendo el principio de máxima fidelidad al texto original, pronto se hizo evidente la influencia griega en el vocabulario, la
formación de palabras y la sintaxis, influencia que se incrementó con el tiempo en posteriores revisiones que pretendían aún un mayor acercamiento al original. Sin embargo, los eslavos ortodoxos hicieron también uso del eslavo eclesiástico, desde finales del siglo
IX hasta casi el XVIII, como lengua literaria para la creación de obras originales, sobre todo, aunque no exclusivamente, de carácter religioso. Durante este período se desarrolló toda una serie de variantes, como el eslavo eclesiástico de Bulgaria (utilizado hasta el siglo
XVI, incluso por los rumanos ortodoxos), Croacia, Rusia y Serbia, cuya pronunciación (y por tanto la
ortografía) y formas gramaticales eran reflejo, en cierto modo, de las peculiaridades lingüísticas de las lenguas
vernáculas eslavas locales. Los principales textos existentes en eslavo
eclesiástico son dos traducciones de los evaenglios, el Codex Zographensis y el
Codex Marianus (ambos en glagolítico); el Psalterium Sinaiticum (en
glagolítico); el más largo de los textos litúrgicos es el Codex Suprasliensis (en cirílico). Codex Zographensis, Evangelio de Marcos
(comienzo)
A partir del siglo XVII, tanto el carácter como el papel del eslavo eclesiástico experimentó un doble cambio: por un lado, en Ucrania se procedió a una codificación gramatical de la lengua, que también se adoptaría, con alguna modificación, en Rusia. Al mismo tiempo que Rusia asumía su papel central en la conservación de la ortodoxia oriental, los libros eclesiásticos allí revisados y publicados llegaron a convertirse en una autoridad y a utilizarse como tal entre los eslavos ortodoxos, incluyendo los que habitaban en los Balcanes, por lo que el eslavo eclesiástico ruso desbancó a las antiguas
normas del eslavo eclesiástico local; por otro, el uso del eslavo eclesiástico disminuyó como consecuencia del florecimiento de lenguas literarias nacionales utilizadas en composiciones seculares durante los siglos XVIII y, sobre todo, XIX, perdiendo así su dilatado papel literario y quedando reducido tan sólo a una esfera estrictamente religiosa. Incluso ya se aprecian signos de este retroceso antes del creciente uso
de las lenguas eslavas modernas, como por ejemplo en el caso de las traducciones de las Escrituras.
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