Los eslavos fueron los últimos indoeuropeos que aparecen
en los registros históricos. Sus textos no fueron registrados hasta
mediados el siglo IX y la primera referencia definida sobre la llegada de
los eslavos a las fronteras del mundo civilizado datan del siglo VI d.C,
cuando irrumpen conquistando la Europa central y la sudoriental, pero
antes de ese tiempo nada se sabe de ellos. Sus orígenes están velados
por el silencio de sus vecinos, por su propio silencio oral tradicional y
por la ambigüedad de otras fuentes de información, como la arqueología,
antropología y paleobotánica.
Generalmente se admite que el hogar
ancestral de los eslavos hubo de estar limitado a la región limitada por
los ríos, Oder, Dnieper, Danubio y el Mar Báltico, aunque una más
precisa localización del hogar eslavo es asunto de controversia. De todas
las teoría propuestas, la que más adherentes ha ganado es la que afirma
que los eslavos proceden del Dnieper medio, es decir, en lo que actualmente
sería la Ucrania occidental, septentrional y central y la Bielorrusia
sudoriental.
El proto-eslavo es el antecesor de doce lenguas
vivas y otras dos ya extintas. Tradicionalmente el proto-eslavo se divide
en tres ramas: oriental, occidental y meridional, subdivididas a su vez
según las similitudes y distinciones dentro de seas ramas.
Al contrario que el latín,
lengua madre de las lenguas romances, el proto-eslavo no se puso por
escrito y sus formas hay que deducirlas por reconstrucción. Para ello se
comparan las formas de todas las lenguas eslavas y de las lenguas que,
junto con el grupo eslavo, forman la familia indoeuropea de lenguas de
Asia sudoccidental y Europa. Además del eslavo, esta familia incluye el
grupo índico (védico y
sánscrito, además de muchas lenguas de la
India actual), iranio (avéstico,
persa, y las lenguas septentrionales iraníes de
la estepa euro-asiática), tocario, anatolio
(hitita y otras lenguas de Asia Menor), armenio,
griego, albanés, itálico
(incluyendo el latín clásico y popular que dio origen a las lenguas
romances), céltico, germánico
(las lenguas medievales con las que los eslavos entraron en contacto
fueron gótico, antiguo y medio alto alemán y
antiguo norse y báltico (lituano,
letón y antiguo prusiano).
Como ocurre con el grupo eslavo la relación genética de las lenguas
indoeuropeas se atribuye a su descendencia de un antecesor común.
Se puede dividir el período de formación del grupo
eslavo desde su desintegración de la familia indoeuropea a su formación
como unidad individual lingüística, en total unos cuatro milenios, en
dos etapas:
-
Proto-eslavo temprano, en el que los
cambios dialectales afectan a los grupos eslavo y báltico como un
todo, y que se denomina balto-eslavo.
-
Proto-eslavo tardío, período en el que
los cambios afectan a todas las lenguas bálticas y sólo a ellas.
Las similitudes entre las lenguas eslavas y las
bálticas ya hace tiempo que han sido señaladas tanto en fonética, como
en morfología y sintaxis.
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