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Lengua alemana

Historia

Los dialectos alemanes tienen su origen en los de las tribus germanas occidentales, francos, sajones, turingios, alamánicos, suevos y bávaros, quienes se asentaron en la zona que corresponde aproximadamente al actual oeste de Alemania, Austria y la Suiza germano hablante. Desde el tiempo de Carlomagno hasta el siglo XVIII una emigración colonial llevó esos dialectos hacia el este, sobre todo a Bohemia, Eslovaquia, Alta Sajonia, Silesia, Brandenburgo, Pomerania, Lituania, Letonia y Estonia, incluso creando enclaves en el Volga y Rumania. Tras los reasentamientos producidos al acabar la Segunda Guerra Mundial, la expansión hacia el este se detuvo y exceptuando algunos enclaves aislados y regiones fronterizas, la frontera germano/eslava-húngara ha configurado los límites estatales de Alemania y Austria.

El alto alemán está documentado primero en las inscripciones rúnicas y glosas, y luego en textos religiosos, fase a la que podríamos denominar antiguo alto alemán (hasta c. 1100), seguida por el medio alto alemán (hasta 1400 o 1500), el período de la poesía cortesana y épica, luego el nuevo alto alemán Temprano (hasta c. 1650) que puso los fundamentos del nuevo alto alemán (desde c. 1650). Para el bajo alemán se puede distinguir entre el antiguo bajo alemán o antiguo sajón (hasta c. 1100), medio bajo alemán (hasta 1400 o 1500) y posteriormente el nuevo bajo alemán.

El alemán normativo moderno evolucionó a partir del lenguaje de la cancillería de la corte de Sajonia y del dialecto central oriental de la zona de Dresde. En el curso de los siglos XVI y XVII esta lengua escrita ganó aceptación gradual por toda la zona germano hablante, en parte a causa del poder económico de Sajonia y la posición del dialecto, intermedio entre el alto y bajo alemán y por lo tanto más ampliamente comprensible, y en parte porque fue la lengua que Lutero usara en la Reforma.

El desarrollo resumido de todo este proceso puede ser esquematizado así:

  • Antiguo alto alemán, desde la conclusión del segundo desplazamiento fonético en adelante.

  • Medio alto alemán, desde 1100 a 1350. Es el rico periodo de la épica cortesana dominado por Wolfram von Eschenbach, el auror de Parzival, Gottfried von Strassburg, cuya espléndida versión del Tristán e Isolda procede de 1210. El medio alto alemán produjo también la gran épica germánica de los Nibelungos, la fuente de donde Richard Wagner creó el Anillo de los Nibelungos.

  • Nuevo alto alemán, cuyo primer periodo va desde 1350 al 1660, culminando en la Reforma y la traducción de la Biblia que hizo Martín Lutero; el segundo periodo es desde el siglo XVII en adelante.

Datos

La lengua alemana (deutsch) es hablada como lengua oficial en la República Federal de Alemania, Austria, Liechtenstein, la mayor parte de Suiza, el Tirol meridional y unos pocos pueblos más al sur en Italia, la parte de Bélgica que limita con Alemania y Luxemburgo, que reconoce al alemán normativo y al nativo luxemburgués, un dialecto franconio central. Los suizos, tirolanos, belgas y luxemburgueses son todas en diversos grados diglósicos en la variedad local y en el alemán normativo, así como son bilingües en un lengua romance

El alemán también es hablado por minorías autóctonas en Bélgica, especialmente en el lado meridional de su frontera con Luxemburgo, la Lorena y la Alsacia francesas, la parte meridional de la Jutlnadia danesa y en antiguos grupos de emigrantes en el Este de Europa, sobre todo la antigua Unión Soviética, Rumania y Hungría. También se habla en las antiguas colonias alemanas (Namibia, Togo, Camerún). Además es la segunda lengua de minorías lingüísticas, como frisones, daneses y sorbios en Alemania, eslovenos, croatas y húngaros en Austria y algunos de los suizos hablantes en francés, italiano o retorromance.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, podían encontrarse enclaves de lengua alemana en zonas tan al este como los estados bálticos y el Mar Muerto, pero la derrota militar de Alemania en 1945 provocó la deportación en gran escala de hablantes nativos hacia el oeste (o, en el caso de los alemanes del Volga, hacia Siberia). En el curso del siglo XIX, un importante número de hablantes de lengua alemana emigró hacia América del Norte y del Sur, Argelia, Israel, Australia y Nueva Zelanda, Hawái y las colonias alemanas con las que el país contaba entonces: las actuales Tanzania y Namibia, donde el alemán está en la actualidad prácticamente extinguido o a punto de desaparecer ante las más importantes lenguas locales.

Dialectos

Utilizando como criterio la segunda mutación consonántica, los dialectos alemanes se dividen tradicionalmente en los siguientes tipos: septentrional o bajo alemán, meridional o alto alemán y alemán central. El primero se habla en el norte de Alemania, el segundo en el centro y el sur. Los términos "bajo" y "alto" son reflejo de la topografla predominante de estas zonas, la llana planicie del norte de Alemania en contraste con las altas tierras del sur. Estas tres divisiones principales tienen una amplia correlación con las realizaciones distintivas del sufijo diminutivo -chen o -lein, aunque no es inusual la subdivisión de estos grupos dialectales a partir de una gran diversidad de criterios.

El rasgo distintivo más acusado entre los diversos dialectos corresponde a la incidencia de la segunda mutación consonántica. En términos generales, esta mutación supone, en los dialectos del alto alemán, el cambio de las consonantes plosivas germánicas (p, t, k) por las (originariamente dobles) fricativas (ff, ss, xx) en posición post-vocálica media y final y por las africadas homorgánicas (pf, ts, kx) en posición inicial, tras líquidas y nasales y en geminación. El bajo alemán no presenta rasgo alguno de este cambio (excepto en el caso de los préstamos de origen alemán central y alto alemán) y básicamente conserva el sistema consonántico del germánico occidental. El alemán central puede considerarse como incluido en un estadio intermedio en el que algunas consonantes, pero no todas, han experimentado este cambio.

El alto alemán está integrado por:

  • el alamán o alamánico (llamado suabo (schwäbisch) en el noreste de la región), que se habla en las regiones meridionales de Baden-Württemberg y Alsacia, en el suroeste de Baviera y en las zonas germanófonas de Suiza que incluyen las ciudades de Basilea, Zurich y Berna; el siguiente texto es Juan 3:16 en este dialecto:

    'So arg hot dr Herrgott d'Weld mega,
    dass'r sein oiziga Sohn gea hot,
    damit älle mo an en glaubet it vrlora gannt,
    sondern s'ewige Läaba hant.'

    El texto de Mateo 7:13-14 en el dialecto del cantón suizo Basel-Land sería:

    'Gönget bym enge Törli yne. S Tor isch wyt und der Wäg isch breit,
    wo in d Verdammnis füert, und scharewys gönge si döet durab.
    Und s Törli isch äng und der Wäg isch schmal, wo suem Läbe füert,
    und es sy wenig, won en finde.'
  • el bávaro, que se habla en las regiones bávaras de Alemania suroriental, al este del río Lech, y al sur de Nuremberg, con la ciudad de Múnich, y en Austria, en la zona comprendida entre las ciudades de Innsbruck, Viena y Graz.

    Un dialecto bávaro conocido como cimbro se habla en los pueblos italianos de Giazza en la provincia de Verona, en Roana, Mezzasela y Rotzo, en la provincia de Vicenza y en Luserna en la provincia de Trento. Se habló antiguamente en grandes regiones conocidas como comuni Sette (Sieben Gemeinden) establecidas en el siglo XII, incluyendo Roana y Rotzo así como Lavarone del cual Luserna fue fundada en el siglo XIII, habiendo sobrevivido sólo en Giazza hasta hoy. En Luserna, el cimbro es todavía la lengua de la comunidad de 500 personas, mientras que los doscientos en Giazza y los aproximadamente 1.500 en Sette son de mediana o avanzada edad. Aunque hay niños que aprenden cimbro en Luserna, la lengua no puede considerarse segura ni siquiera allí. Todos los hablantes fluyen en italiano y veneciano, sabiendo muchos alemán también, estando el moderno cimbro sometido a la fuerte influencia de esas lenguas. Aunque tiene presencia en la escuela y en los medios de comunicación, habiendo intentos de promocionarlo activamente, está amenazada.

    Otro dialecto bávaro es el conocido como mòcheno, que ha sido hablado en el valle de Fersina en la provincia de Trento. Aunque hay informes que hablan de que todavía cuenta con 400 hablantes en Fierozzo, 1.000 en Palù y 460 en Frassilongo, en realidad parece ser una variedad de veneciano con mucha influencia germánica. De hecho algunas autoridades dan al mòcheno como extinguido.

    Otro dialecto bávaro, conocido como gottscheerish, también denominado granish, se habló en Eslovenia septentrional, en la región de Gottschee (Kochevje), pero los hablantes fueron reubicados durante la Segunda Guerra Mundial y ahora están esparcidos por todo el mundo. Solo lo conocen ya algunos miembros ancianos de la comunidad en el exilio. Está seriamente amenazado.

  • el fráncico en sus dialectos, fráncico meridional, que se habla entre Karlsruhe y Heilbronn, y el dialecto fráncico oriental, que se habla en las proximidades de Nuremberg, Würzburgo, Bamberg y Fulda; también es parte del alemán superior el longobardo, que se habla en el norte de Italia, en su día ocupada por la tribu germánica longobarda, lo que únicamente queda registrado en una serie de topónimos. Este dialecto ofrece un enorme interés por ser el primer dialecto germánico documentado, (segunda mitad del siglo VII); aunque la mayoría los dialectos del alemán están documentados entre los siglos VIII y X.

El alemán central con: 

  • el franconio del Rin, que se habla en el Palatinado y Hesse, con las ciudades de Maguncia, Heidelberg, Fráncfort del Meno y Marburgo; 

  • el franconio del Mosela, que se habla a las dos orillas del río, cuyo centro es la ciudad de Treveris; 

  • el ripuarino que se habla entre Aquisgrán y Colonia; 

  • el turingio, que se habla en los alrededores de Weimar, Jena y Erfurt; 

  • el alto sajón, que se habla en Sajonia, con las ciudades de Dresde y Leipzig; y por último 

  • el silesio que se habla en la Alta y Baja Silesia, al noroeste y sureste de Wroclaw (antes llamada Breslau y hoy Polonia).

Escritura

Salvo algunas inscripciones rúnicas, el alemán ha usado siempre en su escritura variantes del alfabeto latino. Los primeros escritos en alemán presentan un alfabeto anglosajón (insular) o minúscula carolingia temprana que gradualmente daría paso a la letra que hoy conocemos como gótica. A partir del siglo XV, el tipo de escritura predominante comenzará a ser el alfabeto romano, auque el modelo gótico alemán (Kurrentschrift), que había evolucionado a partir de la cursiva gótica, continuó siendo el modelo enseñado en las escuelas hasta bien entrado el siglo XX, y antes de la Segunda Guerra Mundial este tipo gótico era el habitual en la impresión de libros.


Juan 1:1-8 en alemán

Gramática

La evolución del alemán está afectada por mutaciones sistemáticas de las consonantes. La llamada mutación consonántica del alemán distinguió la antigua lengua proto-alemana de otras indoeuropeas. La mutación consiste en que las consonantes sordas indoeuropeas p, t, k, se convierten en las fricativas f, z, h del alemán respectivamente; análogamente las sonoras indoeuropeas b, d, g, pasan a ser las sordas alemanas p, t, k; por último las fricativas aspiradas indoeuropeas bh, dh, gh, pasan a ser las sonoras b, d, g

Después de que los dialectos occidentales del alemán hubieran desarrollado sus rasgos diferenciados, tuvo lugar la mutación en el alto alemán, lo que se documenta entre los años 500 y 700. Los dialectos del alto alemán surgieron de la otra lengua alemana occidental. Durante este periodo la p pasa a ser pf si está en posición inicial tras consonante o es doble, pp, (así "planta" es Pflanze en alto alemán y Plante en bajo alemán); pasa a ser ff o f si está en posición intervocálica o en sílaba trabada (así "esperar" es hoffen en alto alemán y hopen en bajo alemán, que mantiene su p intervocálica como en inglés hope). Otro tanto hace la t, que pasa a ser z (pronunciada ts como en Pflantze) o ss (así "comer" essen del alto alemán es eten en bajo alemán). En posición intervocálica la k se hace ch con sonido aspirado, no como la ch del español; en alto alemán machen, bajo alemán maken; en otros casos no cambia, menos en el extremo meridional de Alemania, donde primero se hizo kch y después ch. El último cambio del bajo alemán hace que th, cuyo sonido es parecido a z pase a ser d (das, del alto alemán, es dat en bajo alemán).

Una característica del alemán, como de otras lenguas germánicas, consiste en llevar el acento principal sobre la primera sílaba de una palabra; aunque en las combinaciones verbales, es la raíz y no el prefijo la que lleva el acento.

Las características fonológicas del alemán son: la aparición de una oclusión implosiva ante las vocales acentuadas en las palabras simples o en cada una de las partes de las palabras compuestas; la labialización de la u como ü, y de la ö; las vocales largas son tensas, las breves relajadas; la articulación linguogutural de la r; la s es sonora ante vocal y en posición intervocálica; el ensordecimiento de las consonantes finales b, d, g, en p, t, k, respectivamente; la aparición de las africadas pf y ts; la pronunciación de la w como labiodental sonora v y de la v como labiodental sorda f. En las palabras tomadas del francés las vocales se nasalizan.

El latín ejerció una considerable influencia sobre la lengua alemana ya desde sus primeras etapas.

Entre los préstamos didácticos, eclesiásticos y académicos procedentes del latín en el período del alto alemán medio estarían dekret (decreto) < decretum; pulver (polvo) < pulvis-eris; einigkeit (unidad) < unitas. En el periodo del nuevo alto alemán temprano cabría señalar otro términos legales, científicos, matemáticos, artísticos, filológicos y eclesiásticos, como kapitel (capítulo) < capitellum; talar (capa) < talaria; vokal (vocal) < vocalis; klausel (claúsula) < clausula; horizont (horizonte) < horizon; quadrat (cudarado) quadratum; tragödie (tragedia) < tragoedia. En la lengua moderna se ha dejado sentir también la influencia del latín con préstamos como bazillus (microbio) < bacillus; konjunktur (coyuntura económica) < conjuncturus; podium (escenario) < podium, etc.

La numeración en alemán es la siguinte del 1 al 10: eins, zwei, drei, viwer, fünf, sechs, sieben, acht, neun, zehn; 11 elf, 12 zwölf, 13 dreizehn, 14 vierzehn, 20 zwanzig, 100 hundert.

Hay tres géneros y dos números, tendiendo el nombre cuatro casos. Las terminaciones nominales van marcadas por el género, por eso todos los nombres en -heit, -keit, -schaft, -ung e -ion son femeninos y casi todos los terminados en -e son también femeninos. Nombres en -ling, -ich, -ig son masculinos; casi todos los nombres en -nis, tum son neutros (salvo una o dos excepciones), así como todos los nombres con los sufijos diminutivos -chen y -lein. Además, la mayoría de los nombres con el prefijo Ge- son neutros. El artículo determinado es der, die, das (masculino, femenino, neutro). El indeterminado es en masculino, ein, einen, eines, einem; en femeino eine, eine, einer, einer, en neutro ein, ein, eines, einem.

Los verbos son transitivos o intransitivos; hay tres modos: indicativo, subjuntivo e imperativo y dos voces: activa y pasiva. La voz activa tiene dos tiempos simples; presente y pasado y varios tiempos compuestos, formados con auxiliares como haben 'tener', sein 'ser' werden 'llegar a ser'.

El pronombre interrogativo es wer '¿quién?', was '¿qué?'. El pronombre relativo se forma de dos maneras: der, die, das, plural die o welcher, welche, welches, plural welche.

Los pronombres son:

 

1

2

3

Singular

ich

du

er (masculino) sie (femenino) es (neutro)

Plural

wir

Ihr

sie (para los tres géneros)