Aunque hay
mucho interés en afirmar que el caló no se ha perdido sino que sigue
siendo la lengua de los gitanos españoles, lo más que se
puede decir al respecto es que en el castellano de los gitanos españoles hay palabras
caló. Algunos autores han
elaborado una teoría para la supervivencia del caló, al asegurar que aunque
los gitanos españoles usan el castellano sin embargo se sirven del caló
como 'lengua secreta'. Por ejemplo, F. D. Mulcahy en su trabajo Studies
in Gitano Social Ecology: Linguistic Performance and Ethnicity (1979) escribe: 'Desde un punto de vista
lingüístico todo los gitanos pueden hablar caló, que es, como lo describe
un gitano "la lengua que nosotros tenemos". Si uno habla con individuos
que tiene contacto oficial con gitanos, como sacerdotes y otros oficiales
religiosos, dicen a menudo que muy pocos gitanos pueden hablar caló y que
para la generación joven se está convirtiendo rápidamente en cosa del
pasado. Yo no creo que éste sea el caso, aunque es una conclusión
comprensible, ya que en la conversación diaria entre gitanos raramente
usan el caló y cuando lo hacen es sólo para insertar una o dos palabras en
la conversación en castellano. El caló se usa como una lengua secreta que
puede ser hablada si es necesario que una tercera parte (un gentil) se
quede a oscuras.' Sin embargo, el mismo
autor se contradice al seguir escribiendo lo siguiente:
'...el caló no es una lengua separada
sino un subcódigo castellano de baja clase que los gitanos hablan.' El gitano español Juan
de Dios Ramírez Heredia considera la teoría de la 'lengua secreta' como
discriminatoria y basada en prejuicios. En su libro En defensa de los míos
afirma: 'Lamentablemente España
es el lugar del mundo donde menos y peor se habla romanó, a pesar del
evidente esfuerzo que por su recuperación y normal utilización están
realizando especialmente los gitanos jóvenes. La sedentarización de
nuestra comunidad desde hace muchos siglos ha provocado una mayor relación
con la comunidad paya y este contacto ha ocasionado el paulatino abandono
de nuestro idioma histórico. Y si a esto añadimos la sistemática
persecución que nuestros antepasados padecieron por causa de la lengua, se
comprende fácilmente su decadencia.' Otro gitano español,
Adolfo Giménez Ramírez, afirma en Llamamiento de Dios al pueblo gitano (1981): 'Los gitanos españoles
hemos olvidado mucho el idioma caló porque lo prohibieron los reyes, y
tan solamente sabemos chapurrear algunas palabras... Parece que los
abuelos y bisabuelos de los gitanos actuales lo hablaban bastante porque
el primer colportor evangélico del siglo pasado en España, el famoso
representante de la Sociedad Bíblica en España B. y E., Gregorio (sic) Borrow, lo aprendió y tradujo un evangelio de S. Lucas al idioma caló, que
dejaba maravillados a los gitanos españoles.'
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