Su número asciende a unas 1.000 personas que viven en el valle de Gissar y
zonas vecinas, extendiéndose a lo largo de los suburbios de Dushanbé, capital
de Tadjikistán, hacia el oeste, cruzando la frontera con Uznekistán. Todos los
adultos parya, incluyendo las mujeres, son bilingües en parya y tayiko,
hablando algunos hombres también el uzbeko, pero todos los niños crecen
hablando parya. Durante el régimen soviético estaban obligados a recibir su
educación en ruso.
Aunque los parya no se distinguen de sus vecinos tayikos y uzbekos en
apariencia o costumbres, mantienen su identidad, formando asentamientos separados
y raramente entrando en vínculos matrimoniales fuera de su propia comunidad.
Esto supone un considerable éxito de ejemplo de retención de la lengua, con un
completo bilingüismo y un tamaño numérico muy reducido.
Lingüísticamente la lengua parya está más cercana del grupo central de
lenguas índicas, que incluye el hindi-urdu,
gujarati, punyabí y rajashtani,
como sus miembros mejor conocidos, aunque el parya tiene algunas características en común con el grupo noroccidental, donde están la sindhi y
la lahnda. Su estatus como lengua diferenciada de cualquiera de las mencionadas
antes es claro, aunque el relativamente pequeño trabajo realizado en las
lenguas índicas de Afganistán no hace posible asignarla a una posición
precisa dentro de las lenguas índicas centrales o noroccidentales.
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