Lengua Romaní
Situación geográfica
Historia
La lengua romaní, también denominada gitano, está
relacionada con las lenguas indoarias septentrionales, siendo hablada en
los cinco continentes por los gitanos (rom) quienes son considerados
generalmente de origen hindú. Las mayores concentraciones de hablantes romaní se dan en Europa oriental. Al ser la lengua de un pueblo
minoritario y muchas veces marginado ha recibido poco reconocimiento
legal.
Los dialectos romaní se hablan desde Europa occidental hasta la India por las
comunidades gitanas. La última hipótesis sobre el origen de los gitanos (muchos de los cuales prefieren ser denominado roma)
es que son
descendientes de los rajputs del noroeste de la India que huyeron de su tierra
en sucesivas emigraciones cuando los invasores islámicos llegaron allí,
alcanzando Europa por diferentes rutas. Sus dialectos tienen muchísimos
préstamos de las lenguas de las regiones por donde pasaron, aunque retienen
sus características básicas índicas y vocabulario, si bien el anglo romaní,
por ejemplo, es inglés que usa léxico romaní.
Sobre este cuerpo central índico, del que sobreviven quizás 900 palabras en romaní moderno, se han ido añadiendo capas de persa y
kurdo (alrededor de 120 entradas), en torno a 500 palabras del armenio y solamente tres del georgiano, además del
griego bizantino, que no sólo ha aportado 250 palabras al romaní, sino que ha facilitado la mayor parte del
paradigma gramatical del léxico post-europeo (o "atemático"). Los términos
adquiridos entre India y Europa se ajustan por lo general a las reglas gramaticales índicas (o "temáticas").
El hecho de que el romaní presente unas pocas palabras de origen probablemente burushaski, y al menos una
de origen mongol, sirve de ayuda para trazar la ruta migratoria de los
romá originarios. El burushaski se habla en el extremo norte del Hindu Kush, donde las únicas salidas de la India son Shandur y Baroghil. La lengua
mongol podría sólo haberse situado en el Cáucaso meridional y en el nordeste de Persia en una fecha posterior a 1250 d. C., cuando la Horda de Oro ocupó esta zona. Resulta también significativo que el léxico más temprano no sufriera una influencia sustancial ni del árabe ni del turco. A partir de estos datos, podemos plantear como hipótesis que la emigración de la India se produjo entre el año 1000 y el 1027 de nuestra Era; procedentes del extremo norte de la India, se dirigieron casi directamente el oeste de la costa meridional del mar Caspio, a continuación siguieron la costa oeste en dirección al sur del Cáucaso y, desde allí, directamente al oeste de la costa septentrional de la actual Turquía, para continuar a lo largo de la costa del mar Negro hacia los Dardanelos y, de allí, hacia los Balcanes europeos, a donde llegarían aproximadamente entre 1250 y 1300. La firme teoría de que la población original se habría dividido en tres antes de alcanzar Europa, formando los actuales pueblos romaní europeo,
domari sirio y lomavren armenio, no puede sostenerse ante un análisis riguroso. Si bien es cierto que la lengua de los
lom puede estar relacionada con el romaní, no es así en el caso de la lengua de los
dom, pues descienden de una emigración india distinta que tuvo lugar alrededor de cinco siglos y medio antes.
Las primeras muestras conocidas de la lengua datan de 1542, en Gran Bretaña, si bien el encargado de registrarlas, Andrew
Boorde, pensó que se trataba de la lengua egipcia, por lo que las acompañó con una descripción de Egipto. Hasta el momento, tan sólo se han localizado otros cuatro o cinco ejemplos de este primer período. Los textos más extensos no comenzaron a aparecer hasta el siglo
XIX; éstos consistían principalmente en recopilaciones de listas de vocabulario, cuentos populares y traducciones del Evangelio. Debido a su naturaleza lingüística compleja, el romaní no heredó ninguno de los alfabetos
índicos, ni fue plasmado por escrito hasta el siglo XX (excepto por profesores de origen no
romaní). La mayoría de los sistemas de escritura utilizados se basan en la
ortografía nacional del país en el que se ha hablado el dialecto romaní en particular, aunque un sistema de base eslava, que utiliza el acento en forma de
cuña, es el que ha contado con una mayor aceptación. Desde los años 80,
la Comisión Lingüística de la Unión Romaní Internacional ha venido diseñando una
ortografía estándar internacional, con un número cada vez mayor de publicaciones que la utilizan.
Tras su llegada a Europa, la población original comenzó a fragmentarse casi inmediatamente. Un número
importante se quedó en los Balcanes, en
donde (en Moldavia y Valaquia) ya habían sido convertidos en esclavos a mediados del siglo XIV. Esta situación surgió debido a la necesidad de hacer uso de sus conocimientos (sobre todo en el tratamiento de los metales) dentro de una economía maltrecha, y su abolición no se produjo hasta la segunda mitad del siglo XIX. En consecuencia, a lo largo de estos siglos el romaní evolucionó aislado, en estrecho contacto lingüístico con el
rumano y, en menor medida, con el húngaro y el eslavo. De ahí que se convirtiera en un grupo dialectal diferente dentro de la lengua a la que hoy conocemos como
"vlach" (es decir, "vlach, valaco"). Pero no toda la población romá fue esclavizada; el proceso de
emigración continuó hacia el norte en dirección a Europa, abriéndose en abanico y alcanzando la práctica totalidad del continente en el año 1500.
El romaní todavía presenta una relación léxica muy estrecha con el hindi y con otras lenguas indias
noroccidentales, aunque su fonología central tiene influencias del dárdico (especialmente el
phalura), del armenio y del griego; además, los dialectos post-bizantinos presentan interferencias en todas las áreas de las lenguas europeas circundantes. Originariamente, los dialectos romaní se dividieron en "vlach" y
"no-vlach", aunque hoy día se reconocen tres (o quizás cinco) ramas principales, cada una con sus correspondientes divisiones: en total, se han registrado unos 60 dialectos distintos. En algunos países, especialmente en Gran Bretaña y
España, el romaní ha sufrido una reestructuración: cuenta con un corpus de unidades léxicas en romaní introducidas en el marco fonológico y gramatical de la lengua nacional, es decir, el inglés o el español.
La afinidad lingüística fundamental del romaní está aún por comprobar. En su léxico y fonología en particular, muestra un núcleo centro-hindú, pero es mayor la presencia del
hindú noroccidental y, hasta cierto punto, del dárdico. Estos indicios lingüísticos vienen a avalar la teoría más moderna sobre el origen de este pueblo, por lo que los antecesores de los romá descenderían de una amalgama de pueblos unidos como una fuerza militar a principios del siglo
XI, con el fin de resistir las invasiones islámicas dirigidas por Mohammed de Ghazni. La historia sugiere que los miembros que constituían este ejército, conocido como rajputs, se habían elegido intencionadamente de la población no-aria, especialmente de los
dravidianos (de habla aria, de la casta Sudra) y los pratihara, que se habían asentado en el norte de la India procedentes del noroeste y que estaban relacionados con los alanos y los
osetios. Una propuesta más reciente apunta a la consideración de un elemento africano oriental que puede remontarse a los siddhis o a los africanos, que fueron introducidos como mercenarios por los ejércitos musulmanes e hindúes para luchar en ambos bandos. |
Datos
Se estima que hay entre 6 y
10 millones de hablantes romaní en el mundo, siendo la variante más numerosa
la vlach y romaní balcánica. No resulta fácil delimitar la frontera entre un
hablante de romaní y un gitano hablante de otra lengua (normalmente la de la
población mayoritaria), pues el léxico suele estar fuertemente influido por
el romaní, de hecho el romaní ha sido usado para crear lenguajes secretos, incomprensibles para el
resto de la población, por gitanos y no gitanos.
A pesar de haber vivido en Occidente durante más de 800 años, la población romá sigue siendo básicamente asiática, pues habla una lengua asiática a través de la cual se ha expresado la cultura romaní y su visión del mundo. De hecho, para una población errante
de entre 9 y 12 millones, de los cuales al menos la mitad hablan variedades del romaní, el mantenimiento y el cultivo de la literatura resulta vital para su supervivencia, tanto política como étnicamente. Muchos niños aprenden romaní, teniendo toda clase de oportunidades de practicarlo durante toda su vida. No obstante la lengua está amenazada.
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Dialectos
La lengua romaní se divide en tres grandes dialectos, aunque también se
puede decir en tres lenguas, pues no son mutuamente inteligibles:
Los principales dialectos del romaní que se han plasmado en una literatura
son:
-
el septentrional, cuyo principal representante es el dialecto ruso;
-
el central, cuyo principal representante es el grupo
húngaro-eslovaco;
-
el vlach, cuyo máximo representante es el
kalderash,
-
el balcánico, en el que destacan los dialectos propios de
Macedonia.
De todos ellos, el kalderash es el que se está convirtiendo en alfabeto internacional a falta de una alternativa viable, pues es el que ocupa una mayor extensión geográfica y el que cuenta con un mayor número de hablantes (alrededor de dos millones y medio). El romaní "común" o internacional ha sido diseñado a partir de los dialectos vlach, si bien recurre a otros dialectos cuando necesita palabras o reglas gramaticales ya perdidas en el grupo vlach, como por ejemplo
rukh 'árbol', sustituido por kast 'madera' en vlach, o tablo
'caliente', taticóso en vlach (esto es 'calor' más un morfema modificador de origen rumano). También intenta desterrar del lenguaje las adopciones léxicas, excepto en el caso de entradas internacionales como
teléfono o integrácija, además de tratar de expandir el léxico con varias técnicas, como por ejemplo el empleo de la metáfora (drakhin 'cadena', literalmente 'parra').
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Escritura
No hay tradición de escritura en romaní aunque
posee una rica tradición oral. Una de las razones para la supervivencia
de la lengua es su utilidad como argot o lengua secreta, lo cual el
estilo de vida de los rom facilita. En el siglo XX se publicaron poemas y
cuentos en romaní en varios países europeos orientales, usando para ello
las escrituras nacionales.
Para escribir en romaní se han usado el alfabeto romano y el
cirílico. Se han publicado obras de
carácter religioso y poemas, cuentos y folklore gitano publicados en
Europa oriental y en Gran Bretaña.
Marcos 3:31-35 en kalderas Lucas 15:10 en romaní búlgaro suroriental
Juan 3:16 en romaní alemán septentrional
Marcos 3:35 en romaní alemán meridional
Juan 3:16 en romaní letón
Juan 3:16 en romaní moravo
Lucas 15:10 en romaní caló
Lucas 15:10 en romaní yugoslavo
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Gramática
El sistema vocálico y
consonántico de todos los dialectos romaníes se deriva claramente del sánscrito; algunos de los cambios corresponden a los habidos en las
actuales lenguas índicas, otros representan un estado más arcaico (como
la preservación del grupo inicial consonántico dr-, tr- y la media
st(h), si(hj) y otros son más difíciles de explicar. Las vocales de
un dialecto típico central europeo son i, e, a, o,
u. Las consonantes
indoarias retroflejas han desaparecido del sistema consonántico mientras que los sonidos
fricativos y africados eslavos se han incorporado. El
sistema gramatical de la lengua
romaní es análogo al de las lenguas actuales del norte de la India. El
caso romaní directo representa el nominativo y acusativo del
sánscrito, mientras que el oblicuo se deriva del genitivo. Varias
postposiciones se pueden añadir, como ocurre en hindi y en
bengalí,
para propósitos sintácticos.
Una característica de todos los dialectos romaníes europeos es la
presencia de un gran número de préstamos del griego,
pues Grecia fue una parada para todos los gitanos europeos en su viaje desde la India. Por
ejemplo los préstamos léxicos serían drum 'camino' (griego dromos),
y también los numerales eftá 'siete', oxtó 'ocho', ená 'nueve'. Además las
formas nominativas del artículo definido, masculino o, femenino e/i
son préstamos del griego, aunque no sus formas oblicuas. Precisamente
es en el vocabulario donde se refleja mejor el nomadismo de sus
hablantes pues aparte de las palabras procedentes del tronco original
hindú las hay iranias (doshman 'enemigo' del persa doshman),
armenias,
griegas (drom 'camino' de δρóμος), rumanas (bolta
'tienda' de boha) húngaras (bino 'pecado') y eslavas (glas
'voz', grob 'tumba', dosta 'suficiente', ale
'pero'). Cada uno de los
dialectos europeos está caracterizado por una fuerte influencia de las lenguas
vecinas, sobre todo en el léxico, aunque también en fonología, morfología y
sintaxis. Por ejemplo, los dialectos cárpatos tienen préstamos del húngaro
como maa 'ya' gondolin- 'pensar' (en húngaro már, gondol). Los dialectos
bálticos tiene préstamos de prefijos y han perdido el artículo definido. Los
dialectos valaquios forman varios nombre plurales en -ura y sus
variantes
dialectales del rumano -uri. Los dialectos
balcánicos han reemplazado el futuro
verbal por una nueva forma usando una variante reducida del verbo 'querer'
puesta delante del principal verbo. Los nombres son animados o inanimados, siendo los animados masculinos o femeninos. Hay dos
números y seis casos. Los pronombres personales son: singular 1 me, 2
tu, 3 masculino ov, femenino oi; plural 1 ame, 2
tume, 3 on. El demostrativo es adava, esto, odova
'eso', aunque varían mucho dialectalmente. Interrogativo ko(n) '¿quién?',
so '¿qué?'. La numeración del 1 al 10 es la siguiente: ek',
dui, trin, tar, pamz, ov,
efta, oxto, en'a, de 20 bi, 30
tranda, 40 tar.var.de, 100 el. Los verbos van marcados
por persona y número, marcándose el género sólo en el participio. Hay dos modos:
indicativo e imperativo. Se distinguen cuatro tiempos: presente, futuro, pasado
imperfecto y pasado perfecto. El sistema verbal tiene tres personas, dos
números, cinco tiempos (presente, imperfecto, perfecto,
pluscuamperfecto y futuro) y tres modos. El orden de la
frase es sujeto, verbo y objeto. |
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