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Frumencio (300-380)

La antigua Etiopía

Aproximadamente en los mismos siglos en los que el Imperio Romano florecía en el Mediterráneo, el este de África y el sur de Arabia estaban dominadas por la ciudad de Axum en lo que ahora es la provincia de Tigré en Etiopía. Bajo el dominio de Axum, que incluía la bíblica Sabá, vivía una considerable población judía que incluía numerosos prosélitos convertidos al judaísmo.

Principios del cristianismo

El cristianismo fue introducido en esta región en fecha muy temprana, tal y como indica el relato de la conversión del tesorero de la reina Candace (Hechos 8:26-40). Las primeras iglesias axumitas parecen haber estado desconectadas completamente del mundo helenístico; de hecho la tradición etíope las recuerda básicamente como sinagogas compuestas de "judíos mesiánicos".

Pero en el siglo IV se produce un cambio sustancial en esas comunidades que comienzan a adorar según "la manera romana" (como señala Teodoreto). El artífice de dicho cambio no es otro que "Abba Salama", es decir, Frumencio de Tiro (300-380).

Los extraños caminos de Dios

Frumencio

Cuando era joven, su tutor, el filósofo Meropio, lo llevó consigo en un viaje educacional por diversos países bordeando el Océano Índico, pero fueron asaltados en la costa de Somalia por nativos con el resultado de la muerte de Meropio y la esclavitud de Frumencio. Poco después servía en la corte real de Axum como propiedad de un judío pro cristiano llamado Anbaram.

Con el tiempo la posición de Frumencio mejoró llegando a ser un alto funcionario con capacidad de influencia en su entorno, cosa que aprovechó para animar a los comerciantes provenientes del Imperio Romano para que establecieran una capilla al "estilo romano" en Axum. Poco después obtuvo el permiso del rey para marchar a Alejandría con el fin de prepararse como presbítero.

La tradición etíope afirma que Frumencio participó en el Concilio de Nicea como ayudante del patriarca Alejandro, aunque tal cosa no es mencionada ni por Rufino ni por ninguno de los padres griegos. Lo que sí es indudable es que no solamente fue ordenado presbítero sino obispo de Axum por el mismísimo Atanasio de Alejandría.

Extensión del cristianismo

De regreso a Etiopía bautizó a Anbaram, dándole el nombre de Hezbe Kades y lo ordenó como sacerdote ortodoxo. Ambos asumieron la tarea de regularizar canónicamente el cristianismo axumita según el modelo egipcio de la iglesia de Alejandría y para ello viajaron hasta Yemen y Nubia. Frumencio también bautizó a los dos hermanos que reinaban conjuntamente en Axum, Ezana y Sheazana, cambiándoles sus nombres por los de Abreha (Hacedor de la Luz) y Asbeha (Destructor de las tinieblas).

Traducción de la Biblia

Debido a la íntima asociación de Frumencio con Atanasio, la iglesia de Etiopía se mantuvo fiel a la fe de Nicea, a pesar de los intentos arrianos para llevarla a su redil.

Pero la fama de Frumencio se debe sin duda a la adaptación de la lengua nacional, el ge'ez, la única lengua semítica que nota completamente las vocales, y a la traducción de la Biblia a dicha lengua.


Juan 3:16 en escritura amhárica y lengua amhárica

Este hecho constituyó un factor fundamental para dotar a la iglesia etíope de una personalidad propia y de ser un vehículo de formación literaria, cultural y espiritual de Etiopía.