La antigua Etiopía Aproximadamente en los mismos siglos en los que el Imperio Romano florecía en el Mediterráneo, el este de África y el sur de Arabia estaban dominadas por la ciudad de Axum en lo que ahora es la provincia de Tigré en Etiopía. Bajo el dominio de Axum, que incluía la bíblica Sabá, vivía una considerable población judía que incluía numerosos prosélitos convertidos al judaísmo. Principios del cristianismo El cristianismo fue introducido en esta región en fecha muy temprana, tal y como indica el relato de la conversión del tesorero de la reina Candace (Hechos 8:26-40). Las primeras iglesias axumitas parecen haber estado desconectadas completamente del mundo helenístico; de hecho la tradición etíope las recuerda básicamente como sinagogas compuestas de "judíos mesiánicos". Pero en el siglo IV se produce un cambio sustancial en esas comunidades que comienzan a adorar según "la manera romana" (como señala Teodoreto). El artífice de dicho cambio no es otro que "Abba Salama", es decir, Frumencio de Tiro (300-380). Los extraños caminos de Dios
Extensión del cristianismo De regreso a Etiopía bautizó a Anbaram, dándole el nombre de Hezbe Kades y lo ordenó como sacerdote ortodoxo. Ambos asumieron la tarea de regularizar canónicamente el cristianismo axumita según el modelo egipcio de la iglesia de Alejandría y para ello viajaron hasta Yemen y Nubia. Frumencio también bautizó a los dos hermanos que reinaban conjuntamente en Axum, Ezana y Sheazana, cambiándoles sus nombres por los de Abreha (Hacedor de la Luz) y Asbeha (Destructor de las tinieblas). Traducción de la Biblia Debido a la íntima asociación de Frumencio con Atanasio, la iglesia de Etiopía se mantuvo fiel a la fe de Nicea, a pesar de los intentos arrianos para llevarla a su redil. Pero la fama de Frumencio se debe sin duda a la adaptación de la lengua nacional, el ge'ez, la única lengua semítica que nota completamente las vocales, y a la traducción de la Biblia a dicha lengua.
Este hecho constituyó un factor fundamental para dotar a la iglesia etíope de una personalidad propia y de ser un vehículo de formación literaria, cultural y espiritual de Etiopía.
|