Ingresó muy joven en la carrera militar, participando en las guerras contra los turcos y yendo más tarde a Flandes.
Como diplomático sirvió a la corona de España en calidad de embajador en Dinamarca, donde gracias a sus buenos oficios el rey de dicha nación, Federico III, pudo mantener el control sobre la ciudad de Copenhague en su guerra contra Suecia.
Además de sus actividades militares y diplomáticas, Bernardino de Rebolledo es reconocido como poeta y escritor de acendrada calidad. Su obra literaria consiste en La selva militar y política (1652) en la que diserta sobre la guerra y el gobierno. También compuso una obra titulada Idilio sacro, tomada de la vida de Cristo en los evangelios.
Sus trabajos de traducción al castellano fueron el libro de Job, al que
titula La constancia victoriosa, en forma de paráfrasis; el libro de los Salmos, al que titula Selva sagrada, y las Lamentaciones de Jeremías, al que titula Elegías sacras.
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