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Saadia ben Joseph al Fayumi (882-942)

Saadia ben Joseph al Fayumi era originario de Fayum (Alto Egipto) y llegó a ser conocido como Saadia ha-Gaón. El título de gaón, eminencia o excelencia, se concedía a los directores y cabezas espirituales de las Academias judías en la época postalmúdica. Saadia obtuvo este reconocimiento como jefe espiritual de la Academia de Sura (Babilonia).

Pero vayamos por partes; la formación intelectual y espiritual de Saadia estuvo al cargo de varios rabinos ortodoxos y también de uno caraíta. El caraísmo, nacido en el siglo VIII, era una corriente dentro del judaísmo que negaba el valor de la tradición oral y subrayaba la única autoridad de la Sagrada Escritura. Con el tiempo, Saadia se convertirá en uno de los más formidables enemigos del caraísmo contra el que escribirá algunos tratados polémicos que, desgraciadamente, se han perdido.

El gobernador de la comunidad judía en Sura, David ben Zakkay (quien nada tiene que ver con Jonatán ben Zakkay), lo llamará para que se haga cargo de la dirección de la escuela talmúdica de dicha ciudad, que con Saadia se convertirá en el principal centro del saber judío de su época, superando incluso a la Academia judía radicada en Palestina y despertando los celos del gaón de esta última, Aarón ben Meir. De hecho, a las dos Escuelas talmúdicas junto al río Eufrates, Sura y Pumbadita, se las ha denominado "las universidades de Oxford y Cambridge del judaísmo mesopotámico."


Academias talmúdicas en Mesopotamia: Pumbadita y Sura, en tiempos de Saadia

La comunidad judía en Babilonia vivía bajo el mandato musulmán y bajo la abrumadora influencia de la ciencia, filosofía y literatura árabe, lo cual constituía una amenaza para la supervivencia intelectual y espiritual del judaísmo bajo el Islam. La labor de Saadia va a consistir en proveer para su pueblo los medios adecuados para no perder su identidad ante el espíritu de la época. Saadia busca una vía media en la cual haya cabida para que un judío pueda creer en la Torah y también asimilar a Aristóteles, quien había sido redescubierto por los filósofos y teólogos escolásticos árabes. De manera que Saadia se convertirá en el principal impulsor del escolasticismo judío, una síntesis entre fe y razón, que luego será desarrollada por Maimónides (1135-1204).

A tal fin compondrá su obra Libro de las religiones y de los dogmas en la cual defiende las creencias judías con argumentos racionales, similares a los que usaban los teólogos árabes mutakállimes. En dicha obra expone las doctrinas de la creación ex-nihilo, la trascendencia de Dios, su providencia, responsabilidad humana, castigos y recompensas, etc. 

En ella Saadia atacará al cristianismo como puede servir el siguiente ejemplo de muestra:

"La razón juzga que quien obtiene algún beneficio como pago por lo que ha realizado, disfruta de una doble porción de felicidad en comparación con el que no ha hecho ninguna obra y recibe lo que recibe como un don de gracia."

Pero además de filósofo y teólogo, Saadia también será filólogo y traductor. Escribió una gramática hebrea en la cual explica las reglas de dicha lengua y compondrá un diccionario hebreo en el que compilará una lista de términos ordenados por las letras iniciales y finales de las palabras. Como los judíos de su tiempo hablaban el árabe, se ocupó de traducir la Biblia a dicha lengua convirtiéndose en la traducción normativa para los judíos que hablaban árabe. En dicha traducción incluirá comentarios y notas gramaticales y exegéticas, con el doble fin de preservar a sus correligionarios de la influencia de los caraítas y de los errores de la superstición. Esta traducción de la Biblia ejercerá una formidable influencia no sólo entre los judíos, sino también entre los árabes.


Juan 1:1-8 en árabe

Con la muerte de Saadia también se producirá la extinción del gaonato de Sura, cerrando la Academia sus puertas para siempre tras un brillante esplendor de varios siglos de duración.