Lengua Española o Castellana
Situación geográfica
Historia
Castilla nace en el sur de Cantabria, norte de
Burgos y oeste de La Rioja. Su origen es una serie de condados
dependientes del reino de León que logran su independencia con
Fernán González en el siglo X. En el siglo XI se convierte en
reino independiente con Fernando I, hijo de Sancho el Mayor de
Navarra. A partir de este momento irá creciendo hasta
convertirse en el reino más importante de la península.
Página 72 del Códice Emilianense
60 de San Millán de la Cogolla
|
Los primeros textos que se conservan en
castellano datan del siglo XI, son las Glosas Emilianenses y Silenses.
Concretamente el Códice Emilianense está fechado en el siglo IX, aunque las
glosas que contiene fueron escritas a finales del siglo XI. Al proceder de una
región que fue punto de confluencia de varias culturas hispánicas: castellana,
vasca, navarra y aragonesa, se aprecian en ellas rasgos castellanos y
navarro-aragoneses; incluso germánicos.
En ese
momento había muy pocas razones para suponer que ese dialecto del latín llegara a ser con el tiempo lengua nacional e
internacional. La historia de su desarrollo está íntimamente ligada a la de la Reconquista cristiana de los territorios que los musulmanes habían conquistado en la Península Ibérica. La imagen lateral muestra la
página 72 del Códice Emilianense 60 del monasterio de San Millán de la
Cogolla (La Rioja). En
ella puede apreciarse el texto de una homilía en latín a la que el
monje copista ha hecho sus propias anotaciones (glosas) en castellano
entre líneas y al margen del texto.
Esta página recoge la frase más
larga que existe en todo el Códice en ese castellano arcaico.
Es interesante que en este mismo
Códice, aunque en otras páginas, se recogen también dos anotaciones, hechas por el mismo monje, en
vascuence.
Se trata del más antiguo testimonio escrito conservado de dicha lengua. |
En vasco aparecen dos glosas: la glosa 31 y la glosa 42
que dicen:
Izioqui dugu guez ajutu ez dugu
Cuya traducción sería: Hemos sido puestos a cobijo, hemos sido salvados a nosotros no se nos ha dado ayuda
Los rasgos navarro-aragoneses se perciben en el uso de muito,
feito, honore, (femenino y no masculino), plicare, lueco, cono, ena,
etc.
Como germanismos hay dos glosas la 20 y la 21 que
respectivamente dicen:
desolabuntur - nafragarsan
dextruuntur - nafragatos
No obstante, en el Códice Emilianense 46, glosario
escrito en Suso en el año 964, se hallan palabras y frases romances o
romanceadas, con lo que se fijaría en un siglo antes (el X) las primeras
manifestaciones escritas del castellano, confirmándose de paso al
Monasterio de Suso como cuna de esta lengua.
En la figura inferior se aprecia ampliada la
famosa glosa marginal en castellano de la página 72 del Códice Emilianense 60 de
San Millán de la Cogolla. Se trata de 12 renglones que dicen así:
Cono
aiutorio de nuestro
dueno dueno
Christo, dueno
salbatore, qual dueno
get
ena honore et qual
duenno tienet ela
mandatione cono
Patre cono Spiritu
Sancto
enos sieculos delo
siecu
los. Facanos Deus Omnipotens
tal serbitio
fere ke
denante ela sua face
gaudioso
segamus. Amen.
|
Glosa marginal de la página 72 del Códice
Emilianense 60
|
En castellano actual la frase se lee así:
Con la ayuda de nuestro Señor Don Cristo Don Salvador,
Señor que está en el honor y Señor que tiene el mandato con el Padre con el
Espíritu Santo en los siglos de los siglos. Háganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos seamos. Amén.
Algo posteriores a las Glosas Emilianenses son las
Glosas Silenses, procedentes del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos) y conservadas en el
British Museum de Londres.
El desarrollo cultural y literario del
castellano comienza en el siglo XII, con la aparición de los Cantares de
gesta. El primero y más renombrado de todos es el Cantar de Mio Cid
(1140), que supone la irrupción del castellano como idioma literario.
El párrafo inferior muestra una estrofa del primer texto literario en
castellano, el Cantar de mío Cid: Mio Çid Roy
Díaz por Burgos entróve. En sue conpaña sessaenta
pendones; exién lo veer mugieres e varones, burgeses e
burgesas por las finiestras sone, plorando de los ojos, tanto avién el dolore. De las sus bocas todos dizían una
razóne: "¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señore!"
Vida de San Millán por Gonzalo de
Berceo (fragmento)
|
Con Gonzalo de Berceo (siglo XIII) se inaugura la
historia de la literatura castellana de autoría conocida.
Este poeta nació muy
cerca de donde fueron escritas las Glosas Emilianenses y recibió su educación
en dicho Monasterio. Probablemente estudiara en las aulas de
la Universidad de Palencia.
Suyos son aquellos versos que dicen:
Quiero fer un prosa en román paladino,
en qual suele el pueblo fablar con so
vezino,
ca non so tan letrado por fer otro
latino;
bien valdrá, como creo, un vaso de bon
vino.
La figura lateral muestra el comienzo de los Votos
del Conde Fernán González, que Gonzalo de Berceo incluye en su Vida
de San Millán. |
En el siglo XIII, y gracias a la labor de Alfonso X el
Sabio se intenta regularizar la lengua, renovarla y enriquecerla
en los aspectos ortográficos, gramaticales y léxicos. Tanto en
el siglo XIII, como en el XIV se desarrollan las primeras
escuelas literarias de carácter culto. En el siglo XIV se amplía
el léxico, bien introduciendo cultismos, bien creando nuevas
palabras, utilizando los recursos propios del idioma (composición,
derivación y parasíntesis). En el siglo XV se multiplican las
tendencias literarias, se publica la primera gramática, "La
Gramática" de Nebrija y culminará el siglo con la
publicación de "La Celestina", obra que preludia el
Renacimiento.
La historia de la literatura en español se puede dividir en los
siguientes periodos:
-
Siglos XII al XV. Etapa de la épica y romances: Cantar
de mio Cid (anónimo). General Estoria, Siete Partidas, Estoria
de España (Alfonso X el Sabio).
-
El Siglo de Oro. Inaugurado con La Celestina de
Fernando de Rojas y continuado con escritores de la talla de Miguel de
Cervantes (Don Quijote de la Mancha), Lope de Vega, Calderón de
la Barca, Tirso de Molina, Quevedo, Luis de Góngora. En esta etapa
también se producen buena parte de la novela picaresca, como el Lazarillo
de Tormes y el Guzmán de Alfarache. Junto a ellos es preciso mencionar a
los autores de carácter místico y espiritual, como Santa Teresa de
Jesús, San Juan de la Cruz, fray Luis de León o fray Luis de Granada.
-
Siglo XIX. Resurgir de la novela con Benito Pérez Galdós.
-
Siglo XX. En la primera mitad de este siglo se produce una
pléyade de nombres que darán brillo a la literatura española: Miguel
de Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Valle Inclán,
Ortega y Gasset.
En los siglos XIX y XX se producirá igualmente una
proliferación de escritores en lengua española aunque nacidos en Hispanoamérica,
como Rubén Darío de Nicaragua, Jorge Luis Borges de Argentina, Octavio Paz de
México, Gabriel García Márquez de Colombia, Mario Vargas Llosa de Perú,
Pablo Neruda de Chile.
|
Datos
El español es la lengua oficial en España, donde es hablada por unos 40
millones de personas y en una larga cadena de países hispano-americanos, desde
México a Argentina, que suman en total unos 300 millones de personas que la
hablan. En Puerto Rico es lengua oficial junto con el inglés,
aunque la población es predominantemente hispano hablante. También es
lengua oficial en Guinea Ecuatorial. Hay numerosas
comunidades de habla española en Estados Unidos.
El español en el Pacifico
(Gran
tamaño)
Desde 1714, cuando recibió licencia real, la Real Academia Española
de la Lengua tiene autoridad normativa sobre la lengua. Al
contrario que su contraparte francesa, la Academia española está compuesta de lingüistas y filólogos, con
el resultado de que sus decisiones son vinculantes. Uno
de los fenómenos originados por la expansión mundial del español, al
igual que ocurrió con el inglés, francés y
portugués, es el de la criollización
de la lengua, es decir, el nacimiento de otras lenguas, que en ocasiones
son pidgins o lenguas de contacto y en otras se convierten en lenguas
nativas o criollos, basadas en la lengua colonial pero con fuertes influencias
de una lengua nativa. El mapa inferior muestra este resultado en las islas
Filipinas.
|
Dialectos
Como todas las lenguas ampliamente difundidas el español
está sujeto a variaciones regionales y sociolingüísticas. No obstante a
pesar de esa heterogeneidad el grado de variación no es muy grande y sólo
raramente hay interrupciones de mutua ininteligibilidad, Las dificultades nacen con los
criollos basados en el español de Filipinas y Colombia y con el
judeo-español, la lengua hablada por las comunidades sefarditas expulsadas de España en 1492. El sefardí tiene
fama de haber preservado numerosas características del siglo XV, pero tal
afirmación es exagerada; es vedad que ciertas peculiaridades fonéticas, como la preservación de la
/f-/ inicial es un elemento arcaico, pero esa lengua también ha evolucionado extensamente en su morfología y ha asimilado gran número de
préstamos léxicos. La figura inferior muestra la distinción
dialectal en México.
Entre las variedades dialectales españolas del
romance tenemos el asturiano-leonés, cuyos límites no coinciden ni
con los antiguo reino de León ni con la actual provincia de León. Entre
algunas características que lo acercan al gallego-portugués destacan: ou
< au, al- + consonante (cousa, touro, outro);
se conserva f- (filo, farina); se pierde toda -n-
intervocálica, como raa < rana; la l pasa a r
después de consonante sorda, como praza < platea. Una
variedad parecida al leonés pero que apunta al gallego-portugés es el
mirandés, hablado en Miranda do Douro, en Portugal.
Otro dialecto importante es el aragonés,
que en parte se funda históricamente en el antiguo reino de Aragón y
Navarra, pero que recibió gran influencia del castellano. Hoy se habla en
la provincia de Huesca, al pie de los Pirineos.
El extremeño,
ligado históricamente con el asturiano-leonés, se habla en una región septentrional
de Extremadura. Aparte de estas lenguas que tienen
personalidad propia, las hablas dialectales del castellano se pueden
clasificar en dos grupos: las septentrionales y las meridionales, comprendiendo
éstas al murciano,
al andaluz y al canario, hablados en Murcia, Andalucía y
Canarias, respectivamente.
Los dialectos septentrionales se caracterizan por ser
más conservadores y abarcan las tierras castellanas y las que ocuparon los dialectos
históricos del latín, como el aragonés y el asturiano-leonés. En el
habla de las tierras donde nació el castellano encontramos una serie de
rasgos dialectales, como el uso del leísmo (le como complemento
directo: Este piso ya le vimos), laísmo y loísmo (la y lo
como complemento indirecto: La dije que no viniera); pronunciación
de la d final como z: Madriz; aparición de una s en
la segunda persona del singular del pretérito imperfecto: vinistes;
uso del infinitivo para la segunda persona del plural del imperativo: ¡Traerme
algo!. Hacia el este (La Rioja, Navarra y Aragón) hay una influencia de
la huella aragonesa, como el uso de pronombres precedidos de preposición: con
tú, con mí; el uso del diminutivo -ico: pajarico;
abundante uso de pues. Hacia el oeste (León, Zamora y Salamanca) hay
huellas del leonés, como la tendencia a cerrar las vocales finales: otru;
diminutivos en -ín, -ina: niñín, niñina; uso
del indefinido en el vez del perfecto compuesto: hoy fui a tu casa. Los
dialectos meridionales se caracterizan por ser más evolucionados en su
pronunciación y por rasgos fonéticos muy marcados. En esta región
dialectal se hallan el andaluz, el extremeño, el canario y el murciano. Las
principales características de estos dialectos son: confusión de r
y l en posición final de sílaba o palabra: arta, cuelpo
y otras se pierden, como españó; seseo (pronunciación de la z
o la c ante e o i como s: sielo; ceceo
(pronunciación de la s como z: zerio; pérdida de la d
y de la n intervocálicas o ante r: cansao, mare;
yeísmo con distintas pronunciaciones: yuvia.
|
Escritura
Juan 1:1-8 en español |
Gramática
La influencia del árabe en el
español tiene carácter casi exclusivamente léxico. Una serie de términos que
se refieren a la cultura árabe medieval (astronomía, matemática, medicina, filosofía, etc.) entra a formar parte del patrimonio cultural europeo. Se trata de palabras que, a partir casi siempre de la Península Ibérica o de Sicilia, se difunden al
italiano, al francés, y de ellos a las otras lenguas europeas. A veces son de origen erudito, como
álgebra, procedente del árabe al-gabr que propiamente significa "restauración, reducción".
Un término matemático menos técnico y más común, que se manifiesta con doble aspecto en las lenguas cultas occidentales, es el representado por las voces
cifra y cero. El árabe tenía la palabra sifr, que al principio era (y ha seguido siéndolo en la lengua común) un
adjetivo que significaba "vacío"; merced a un calco del sánscrito
sunyá, que significaba también "vacío", pero que los matemáticos indios emplearon para "cero", el árabe ,sifr adquirió, entre los matemáticos, el mismo sentido de
'cero'. Leonardo Fibonacci latinizó el término a zephirum que luego, en las fuentes italianas, se volvió
zeliro, zefro y al fin zero (atestiguado desde 1491; de él
procede el español 'cero'). Una adaptación de la palabra árabe más próxima al original es la
del español cifra.
También viene del árabe la costumbre de designar la incógnita por
X; en los textos árabes de álgebra, la incógnita era indicada mediante la letra
S, inicial de la palabra sai', 'res, aliquid, quicquam'. Esta letra sonaba casi lo mismo que la palatal aspirante sorda que el español antiguo escribía x, según se aprecia por las transcripciones latinas de
palabras árabes. Leonardo Fibonacci, en Liber abbaci, no hizo más que
transliterar la S con X, y así entró X en uso para la incógnita.
Diversos términos árabes que se han difundido por todas las lenguas europeas tienen que ver con la astronomía, de la que los árabes fueron maestros, como es sabido; casi inalterados, con forma árabe, aparecen algunos términos técnicos como
azimut; nadir < árabe nazir, 'opuesto' (esto es, nazir
as-samt, 'opuesto al zenit'); se ha hecho popular almanaque, < árabe
al-manah, 'calendario'. Notables son también los nombres relativos a la química o, mejor dicho, a
la química medieval o alquimia, empezando por esta mismísima palabra, atestiguada desde el siglo
XIII y que viene del árabe al-kimiya ("fusión"), cuyo sentido era "piedra
filosofal, sustancia que transforma los metales bajos en oro". El nombre más común de la piedra
filosofal en árabe era, en cambio, al-iksir ( < gr. "seco"), de donde
elixir, con el sentido de "remedio maravilloso, licor mágico".
Y ya que hablamos de palabras de la química, recordemos también el
árabe al-kuhl, al-kuhul, 'polvos para teñir cejas y párpados>
español alcohol. Proceden del árabe o de otras lenguas orientales, pasando por
el árabe, algunos nombres de juegos (y las terminologías correspondientes), ante todo
el ajedrez, que los árabes aprendieron de los persas como éstos de los indios. No hay que ser orientalista para saber que en persa
sah significa "rey", y basta conocer los rudimentos del juego para saber que su objeto es inmovilizar el "rey"
del adversario; en persa, y de ahí en árabe, tal operación se llama, en la terminología del juego,
sah mát, que al pie de la letra significa "el rey (está) muerto"; de ahi el
español jaque mate. Sin salir de la terminología ajedrecística, se puede señalar que el término alfil, que designa cada una de las dos piezas que franquean al rey y a la
reina viene del árabe al-fil, "elefante", pues en los ajedreces más antiguos, dos elefantes ocupaban los lugares de los alfiles. Encontramos voces árabes en la toponimia, como
Albacete < al-basit; esp. Alcalá < qal'a, "castillo, fortaleza";
Gibraltar, < gebel Tariq, "monte de Tariq", del nombre del comandante árabe que en 711 emprendió desde allí la conquista de
España. Son importantes los nombres de ríos compuestos con guad- del árabe
wad(i) "río, valle". Tenemos así los hidrónimos Guadiana, Guadalquivir <
wadi al-kabir, "el río grande"), etc. Pero en la Península Ibérica la influencia árabe llega
a los términos administrativos: por ejemplo alcalde < al-qa'dí, "juez"; alguacil < al-wazir, "ministro". Otra observación notable es la siguiente: como se habrá visto por los ejemplos citados, las lenguas iberorromances, en la mayoría de los casos, adoptan las palabras árabes con el artículo determinado unido (artículo que suena
al, pero cuya 1 se asimila, según regla constante en todo el dominio árabe, ante algunas consonantes). Así
encontramos azúcar < árabe (as-)sukkar; azafrán < ár. (az-)za'farán, etcétera. Aunque abundantes voces de origen árabe atestiguadas en el español antiguo están a estas alturas fuera de uso (si bien no pocas siguen vivas en los dialectos españoles o en portugués), no cabe duda de que la influencia árabe sobre las lenguas iberorromances fue importantísima, desde los puntos de vista cuantitativo y cultural, hasta el punto de afectar la sintaxis del espacio antiguo. Entre las características principales del español
podemos recordar: la diptongación de e y o en sílaba abierta y
cerrada, como tiene < tenet, tierra < terra, bueno
< bonu(m), puerta < porta. Luego, por influencia de
fonemas adyacentes, los diptongos pueden reducirse (ie > i y ue
> e, respectivamente) como castillo, frente. Las vocales
finales se han conservado bien, como en toscano (-a
> -a; -e, -i > -e; -o, -u > -o.
En el consonantismo las iniciales suelen conservarse
aunque f- pasa a h-, hoy muda, como fabulare > hablar
(si bien se conserva ante el diptongo ur, como fuerte, fuego);
los grupos de consonantes + l tienden a reducirse a ll (correspondiente
al italiano gli), como llamar < clamare, llano
< planu(m). Las consonantes sordas intervocálicas sufren lenición y
se vuelven fricativas, como vita > vida, lupu(m) > lobo.
Las consonantes largas y geminadas se simplifican pero no se sonorizan, como bucca
> boca; ll y nn pasan en cambio a palatales, como annu(m)
> año, caballu(m) > caballo. El grupo ct, a
través de it (como en francés y portugués)
pasa a la palatal ch, como lacte > leche, octo
> ocho. El grupo li pasa a j, como muliere(m)
> mujer.
Las tendencias naturales a la divergencia lingüística son combatidas en el caso del español por poderosos lazos culturales y también por mecanismos
normativos bien desarollados, cuyos antecedentes proceden de hace varios siglos. Uno de los más antiguos y mejor
conocidos ejemplos de prejuicio lingüístico es la crítica hecha por Juan de Valdés en su
Diálogo de la Lengua (1535) contra la Gramática de la lengua castellana de Antonio de Nebrija (1492) porque
Nebrija, siendo andaluz, no podía conocer el castellano lo suficientemente bien para la obra que se traía entre manos.
Aunque el español tiene fama de ser una lengua
'fonética' (más exactamente habría que decir fonémica) la realidad es que presenta ciertas dificultades para hacer tal aseveración. Por ejemplo,
c y g tienen dos pronunciaciones, dependiendo de la vocal que sigue; la
h es muda; b y v corresponden a un solo fonema.
Evoluciones características de los romances
peninsulares |
consonantes |
Origen: |
mozárabe |
gallego-portugués |
asturiano-leonés |
castellano |
navarro-aragonés |
catalán |
F- |
f |
f |
f |
h>ø |
f |
f |
PL-
KL- |
pl
kl |
t |
|
|
p/pl
k/kl |
pl kl |
FL- |
fl |
t |
|
/fl |
f /fl |
fl |
L- |
j/ |
l |
j |
l |
/l |
|
N- |
n |
n |
n/ |
n |
n |
n |
-L- |
l |
ø |
l |
l |
l |
l |
-N- |
n |
ø |
n |
n |
n |
n |
-LL- |
|
l |
¡/ |
|
|
|
-NN- |
|
n |
|
|
|
n/ |
-LJ- |
j |
|
j/ |
|
|
j |
-NJ- |
|
|
|
|
|
|
Ke,i- |
t /
d |
ts |
ts |
ts |
ts |
ts > s |
-Ke,i- |
t /
d |
ts |
ts |
ts |
ts |
ð>ø |
Ge,i- |
j/ |
|
|
ø |
|
|
-SKe,i- |
|
|
|
ts |
|
|
-KS- |
|
|
|
|
|
|
-KT- |
xt |
jt |
jt |
t |
jt |
jt |
-(U)LT- |
jt |
jt |
jt |
t |
jt |
It |
-P-
-T- -K- |
ptk /
bdg |
b d g |
b d g |
b d g |
ptk /
bdg |
b d
g |
-MB- |
mb |
mb |
mb |
m |
m |
m |
-ND- |
nd |
nd |
nd |
nd |
n |
n |
-M'N- |
mn |
m |
mn / m |
mbr |
mbn / mbr |
mbr |
vocales |
AL + Cons. |
aw |
ow |
ow |
o
/ al |
o / al |
al |
AW |
aw |
ow |
ow |
o |
o |
|
AJ |
aj/ej |
ej |
ej |
e |
e |
e |
J |
jé |
é |
jé |
é |
já/jé |
í |
J |
wé |
ó |
wó/wé |
ó |
wá/wé |
ú/í |
|
jé/é |
|
jé |
jé |
já /jé |
é |
|
wé/ó |
|
wó / wé |
wé |
wá / wé |
|
é |
é |
é |
é |
é |
é |
|
ó |
ó |
ó |
ó |
ó |
ó |
ó |
-O# |
o/e/ø |
o/u |
o/u |
o |
o/ø |
ø |
-E# |
e/o/ø |
e/i/ø |
e/i/ø |
e/ø |
e/i/ø |
ø |
-AS# |
as /
es |
as |
es |
as |
as |
es |
Clasificación articulatoria de los fonemas españoles (AFI) |
Consonantes |
|
Bilabial |
Labiodental |
Dental |
Interdental |
Alveolar |
Palatal |
Velar |
|
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
Oclusiva |
p |
b |
|
|
t |
d |
|
|
|
|
|
|
k |
g |
Fricativa |
|
|
f |
|
|
|
θ |
|
s |
|
|
|
x |
|
Africada |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Nasal |
|
m |
|
|
|
|
|
|
|
n |
|
|
|
|
Lateral |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
l |
|
|
|
|
Vibrante
simple |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Vibrante
múltiple |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
r |
|
|
|
|
Vocales |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Anterior |
Central |
Posterior |
Alta |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
i |
|
u |
Media |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
e |
|
o |
Baja |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
a |
|
Clasificación articulatoria de los sonidos españoles (AFI) |
Consonantes |
|
Bilabial |
Labiodental |
Dental |
Interdental |
Alveolar |
Palatal |
Velar |
|
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
sorda |
sonora |
Oclusiva |
p |
b |
|
|
t |
d |
|
|
|
|
|
|
k |
g |
Fricativa |
|
β |
f |
|
|
|
θ |
ð |
s |
|
|
|
x |
γ |
Africada |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Nasal |
|
m |
|
|
|
|
|
|
|
n |
|
,
n, |
|
|
Lateral |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
l |
|
,
l, |
|
|
Vibrante
simple |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Vibrante
múltiple |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
r |
|
|
|
|
Vocales |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Anterior |
Central |
Posterior |
Semi-consonante |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
j |
|
w |
Semivocal |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Alta |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
i |
|
u |
Media |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
e |
|
o |
Baja |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
a |
El verbo tiene tres modos: indicativo, imperativo y subjuntivo.
Se distinguen tres conjugaciones: -ar, -er, -ir.
El español también se caracteriza por su constante empleo del pronombre
se, y el uso vivo del subjuntivo que tantos problemas origina a quienes aprenden español como segunda lengua. Entre las características heredadas del latín debe destacarse la sintaxis y los procedimientos sintácticos para matizar, calificar o convertir en nombres, y por tanto sujetos, a oraciones completas. El orden de la frase es sujeto, verbo y objeto o verbo,
sujeto y objeto.
Valor de las
letras en algunas lenguas romances |
|
Italiano |
Español |
Portugués |
Catalán |
Francés |
Rumano |
a |
[a] |
[a] |
[á;
] |
[á;
] |
[a,
] |
[a] |
ãe |
|
|
[] |
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[ks] |
y (en préstamos menos
en español) |
[j] |
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(aislada) [j] |
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[j] |
[i,j] |
[j] |
z |
[ts, dz] |
[θ]
(América [s]) |
[z] |
[z] |
[z] |
[z] |
Notas: El
símbolo .. significa 'precede'; _s es límite de sílaba; V significa
vocal; el asterisco * recuerda que el acento grave en italiano y el
acento en español acentúan la palabra. |
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