Los Paton se asentaron en la isla de Tanna y comenzaron su ministerio. Como los nativos no tenían lengua escrita, John se comunicaba con ellos por señales. Poco a poco aprendió algunas palabras y tiempo después llegó a dominarla, poniéndola por escrito. Mientras tanto, su esposa y su hijo contrajeron una fiebre tropical y murieron.
Los nativos constantemente le robaban sus pertenencias y su vida estaba en constante peligro, pero Paton se quedó y les predicó el evangelio.
Se mudó a la isla de Aniwa y allí construyó una casa, una sede misionera, dos orfanatos, una iglesia y una escuela.
Tras varios años de paciente ministerio, la isla entera profesaba la fe cristiana.
En 1899 su Nuevo Testamento aniwa fue impreso, habiendo ya en esa época misioneros en 25 de las 30 islas de las Nuevas Hébridas.
Partió para estar con el Señor en 1907.
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