Trinidad, que es la más
meridional de las islas del Caribe justo al lado de la costa de Venezuela,
permaneció como colonia española hasta finales del siglo XVIII. Preocupados
por el tamaño de la cercana Tobago en manos británicas en 1763 las autoridades
españolas decidieron sostener a la pequeña población de Trinidad de unas 1.400
personas con la inmigración de católicos desde países amigos con la garantía
de darles tierra y exención de impuestos durante algún tiempo. Esta oferta
comenzó un masivo influjo de plantadores de hablantes de criollo francés y sus
esclavos, primero desde las islas que los británicos habían tomado en 1763
(Dominica, San Vicente y especialmente Granada) y luego de las colonias
francesas, donde la esclavitud estaba abolida desde 1794 (particularmente
Guadalupe, Martinica y Santo Domingo, luego llamada Haití).
Cuando los ingleses
capturaron Trinidad en 1797 su población se había multiplicado gasta los
28.000, de los cuales 20.000 eran esclavos que hablaban criollo francés al
igual que hacía la mitad de la población blanca. De hecho los franceses habían
convertido el criollo en la lengua de la ley y el comercio, permaneciendo así
durante el siglo XIX. Sin embargo, el inglés fue declarado lengua oficial en
1823 y en cien años la mayoría de la población hablaba un inglés semi-criollo.
Los primeros hablantes de inglés eran los propietarios y administradores
británicos y los negros veteranos del ejército, pero también soldados y
esclavos escapados de los Estaos Unidos que habían luchado del lado británico
en la guerra de 1812. |