Además de los variados periodos de tiempo, hay
también variación en los sistemas de escritura: cuneiforme,
jeroglífico y
alfabeto derivado del griego. El
sistema jeroglífico anatolio tiene un alarga historia, con sus comienzos
logográficos que se remontan a los sellos hititas antiguos de los siglos
XVIII y XVII a. C., aunque los textos más jóvenes parecen ser del último
cuatro del siglo VIII a. C. La amplitud geográfica de las inscripciones es
grande, extendiéndose desde Sipylus y Karabel en el extremo oeste hasta
Alaca Hüyük y Bogazköy-Hattusa en el norte, Malatya, Samsat y Tell
Ahmar en el este y Hama y ar-Rastan en el sur. Durante la 'Edad oscura' de
los siglos XVI y XV a. C. la escritura se desarrolló hacia un sistema de
logogramas (palabras-signo), valores silábicos y signos auxiliares. Durante
el Imperio nuevo la escritura ya se usaba para una multitud de propósitos
(inscripciones en roca, sellos y tablillas de madera usadas cotidianamente
en el templo y en el ejército). Las últimas incripciones de los Estados
neo-hititas estaba en luvita. |