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Nociones básicas
Los caracteres rúnicos han estado asociados siempre a cuestiones mágicas y místicas. La palabra runa ha generado mucha especulación; el vocablo gótico runa puede traducir el latino misterium "misterio, secreto". La antigua palabra inglesa rún significa "misterio; consejo; palabra". Probablemente la palabra runa tenga la misma etimología que la palabra alemana raunen, que quiere decir "adivinar". Las runas trasmiten, por consiguiente, un mensaje secreto. Nos remiten también a ciertos poemas eddicos que enumeran las cualidades mágicas de las "poderosas" runas. Cada signo rúnico tendría su propia cualidad. También se recuerda que aquellos que saben escribir las runas gozan de un prestigio muy especial: son los sabios y temibles "maestros de las runas". La razón por la que las runas han estado asociadas siempre a los secretos y misterios es un misterio en sí mismo.
Precisamente ésta fue una de las razones por la que los misioneros cristianos, como Ulfilas, cambiaron el uso del alfabeto rúnico por uno de su invención.
Pero las runas no solamente fueron usadas para cuestiones religiosas o mágicas; también lo fueron para asuntos civiles, como en la figura inferior, donde se muestra el Codex Runicus de finales del siglo XIII d. C.; se trata de un ejemplar de escritura rúnica nórdica que contiene las leyes provinciales de Scania (la Suecia actual).
Puede ser que el conocimiento de las runas fuera visto, en una sociedad iletrada como aquélla, como algo "misterioso", "secreto", más o menos igual que en la antigua Babilonia el "secreto supremo", la clave del universo, era lo que el dios Ea enseñó a su hijo sobre el concepto del número.
La figura inferior muestra una piedra rünica de Suecia, datada en el siglo V después de Cristo. La trascripción es: Frawaradaz ana hahai slaginaz
Como puede apreciarse en el cofrecillo del año 700 d. C. de la figura inferior, las runas son totalmente angulares, sin líneas curvas. Probablemente sea este el objeto rúnico más famoso de todos los hallados en Inglaterra. Se le llama el 'cofrecillo de Frank', por la persona que lo donó al Museo Británico. En la parte izquierda tiene escenas de Wayland el Herrero, mientras que en la derecha se reproduce la adoración de Cristo por los magos de oriente.
La inscripción principal se lee en el sentido de las manecillas del reloj en torno al cofrecillo, comenzando por la parte superior izquierda; se trata de un acertijo sobre el origen del material con que está hecho el cofrecillo:
La solución del acertijo la tenemos en la última palabra del lado izquierdo que significa hueso de ballena, o sea, que el cofrecillo está hecho con hueso de una ballena varada. La piedra de Iarlabanki, a 15 Km. al norte de Estocolmo, es un monumento conmemorativo cristiano. El texto se divide en dos partes, comenzando en la cabeza de la serpiente y siguiendo hasta la cola. La inscripción está hecha en runas de rama larga y tallada en los cuerpos de dos serpientes. Nótese la cruz en el centro de la piedra.
Históricamente se puede hablar de dos alfabetos rúnicos: el primero, constituido por 24 signos y preponderante hasta el siglo IX. Más tarde, una profunda revolución interviene en la notación de los sonidos y su representación en signos reduce el número de las letras; de veinticuatro se pasa a dieciséis.
La tabla inferior muestra los tres grandes sistemas de 24 y 16 letras, tal como más arriba se han mencionado. A continuación también se muestra el sistema anglosajón de 33 letras.
La tabla inferior nos muestra las distintas variantes dependiendo de la zona geográfica en la que eran usadas.
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