La lengua mirandesa según Ramón Menéndez
Pidal está relacionada con el asturiano-leonés
y de acuerdo a una teoría su emplazamiento actual procede del desplazamiento de
tropas hacia el sur que tuvo lugar en las primeras fases de la
Reconquista. Sin embargo hay quien sostiene que su existencia es anterior
y retrocede hasta el tiempo de las conquistas musulmanas. Para rescatar a
los habitantes de esa región del dominio musulmán un monarca
castellano-leonés permitió a los habitantes de la región de Miranda do
Douro vivir en su reino hasta que por la Reconquista se recuperó de nuevo
el territorio perdido. Una tercera conjetura es que la lengua mirandesa
procedería de una combinación de las dos anteriores. Los
cuatro evangelios fueron traducidos a la lengua mirandesa en 1896 por E.
Bernardo Monteiro.
El escritor José Leite de
Vasconcelos publicó en 1900 una obra en tres volúmenes titulada Historia
Literaária Mirandesa; Estudos de Filologia Mirandesa, editada
a finales del siglo XX en facsímil por la Cámara de Diputados de Miranda
do Douro. Este mismo escritor también publicó un librito de poemas
titulado Flores Mirandesas. Uno de los
personajes que ha luchado por el reconocimiento de la lengua mirandesa ha
sido Antonio Maria Mourinho quien fundó el Museo de la Tierra de Miranda
y quien publicó Scôba Frolida à Agosto... Li&etilde;nda de nôssa Senhora del
Monte de Dúes Eigrëijas, Escola Tipografica - Bragança, 1983.
También es autor del poema Siete Hermanas, leído en la Sociedad
Geográfica en Lisboa en 1940, Nós somos de Pertual, poema
publicado en las Actas do II Congresso Transmontano en 1941, igualmente es
autor del poema titulado Nossa Alma i Nossa Térra y leído en la
Casa de Trás os Montes en Lisboa, el 14 de noviembre de 1942. |