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Nociones básicas
Los nabateos hablaron una forma de arameo con unas claras influencia árabes. El arameo fue usado como lengua oficial por los asirios, babilonios y persas; pero tras el colapso del Imperio Persa, la lengua y el alfabeto arameo comenzaron a derivarse en lenguas y alfabetos locales. Las principales variantes fueron el judaico, el nabateo, el palmireño, el hatreo, el mandeo y el siríaco.
Los nabateos florecieron desde el I siglo antes de Cristo hasta el I después d. C. en el reino de Petra, en Arabia.
Los otros pueblos árabes de esa zona habían usado el alfabeto sudarábigo, pero los nabateos usaron la lengua y el alfabeto arameo desde el siglo IV a. C. en adelante.
La mayor parte de las inscripciones provienen de Petra en Jordania, Mada'in Salih, en Arabia Saudita y el sur de Siria, aunque hay algunas que provienen de Roma, donde los nabateos establecieron una colonia mercantil. Muchas de las inscripciones son mortuorias.
De entre la masa de manuscritos hallados en el Mar Muerto a mediados del siglo XX hubo una pequeña porción escrita en nabateo.
La inscripción más antigua, hallada en Elusa en el Negev, menciona a un cierto "Aretas, rey de los nabateos". El alfabeto de esta inscripción no tiene características nabateas; más bien recuerda al arameo y al hebreo cuadrado.
La figura inferior es una inscripción greco-nabatea, hallada en Cos del siglo I d. C. La traducción dice lo siguiente:
Es interesante que el nombre de un rey Aretas figura en el Nuevo Testamento (2 Corintios 11:32).
Otro texto funerario (figura inferior) data del 328 d. C. y fue hallado en Namāra, Harán, y menciona a "Imurulqais, hijo de Amru el rey de los árabes", y está escrito en delicados caracteres nabateos aunque la lengua es árabe.
Una inscripción hallada en Hejra (figura inferior), en el norte de Arabia, contiene un texto en nabateo y en tamudeo; mientras el nabateo da varias fechas, el tamudeo (columna de la derecha) solamente contiene el nombre del finado.
El alfabeto tiene dos variantes, una formal usada en inscripciones monumentales (figura inferior), especialmente tumbas en Petra y Arabia Saudita,
y otra cursiva usada en papiros, de los cuales hay algunos supervivientes. La forma cursiva es continua y fluida, juntando las letras. La diferencia entre la cursiva y la formal es similar a la diferencia entre la escritura a mano y la de molde hecha para un documento público. En la figura inferior vemos el nabateo monumental y el cursivo.
La evolución del estilo cursivo se puede apreciar en la tabla inferior, de acuerdo a las distintas inscripciones repartidas en diversas épocas.
El estilo cursivo tomó preponderancia sobre el formal y al final el alfabeto nabateo se convirtió en el antepasado del alfabeto árabe. En la figura inferior pueden apreciarse las formas nabateas aproximándose a un modelo arcaico de árabe.
Dos ejemplos de alfabeto nabateo los tenemos en dos inscripciones (figura inferior) del siglo I a. C.; la primera es una dedicatoria a El-Kutba de Wadi Tumilat, y la segunda está hecha sobre la estatua de Rabb'el I de Petra.
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