El brytónico o britónico fue hablado en Bretaña al sur de los
ríos Forth y Clyde hasta el siglo VI d. C. Su historia se puede dividir en
tres períodos:
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Período pre-romano, desde el tiempo de los
primeros informes de Pytheas de Marsella (c. 325 a. C.) hasta la
invasión de Claudio (43 d. C.)
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Período romano y post-romano temprano hasta la
llegada de los anglosajones en el 450 d. C.
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Período post-romano, desde el 450 al 550 d. C.
Nuestra información de la lengua en los períodos
pre-romano y romano se limita a las fuentes griegas y romanas y consiste
principalmente de nombres y palabras aisladas. El material epigráfico
consiste de inscripciones latinas y graffitis sobre
piedra, metal, cerámica, etc. No se han encontrado textos brytónicos
comparables en extensión a las inscripciones célticas
continentales.
Las fuentes post-romanas del brytónico son los
nombres celtas inscritos en piedra en latín desde los siglos V al VII en
Gales. Otra importante fuente del brytónico es el vocabulario prestado del
latín (aproximadamente unas 800 palabras) del período de ocupación
romana; algunas de esas palabras son préstamos de cosas propias de la civilización
romana: civitas, fenestra, vitrum, pluma, papyrus, scribere, grammatica;
pero otras son palabras para designar partes del cuerpo, nombres de
animales, etc. Los nombres brittani, brittones,
brittania, etc. ya eran usados por los autores griegos y romanos. El nombre
de la isla fue originalmente transmitido como Prettanía. Las
lengua brytónicas, la palabra brytónico procede del galés brython,
forman uno de los dos grupos de las lenguas célticas, siendo el otro el goidélico.
Ambos grupos se distinguen entre sí por la presencia del sonido p en
las brytónicas que sustituye al k goidélico. Por eso a las lenguas
brytónicas se les denomina célticas-p. |