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Lengua Francoprovenzal

Situación geográfica

Historia

Muchos lingüistas reconocen al francoprovenzal como a un conjunto de dialectos franceses del sudeste, en el límite con el provenzal y por ello se usa el término de compromiso 'francoprovenzal'. Hay quien afirma que estos dialectos son básicamente el occitano en el que el francés ha hecho más mella que en las variedades occidentales; desde luego el léxico es cercano al occitano. Pero hay otros lingüistas que afirman las similitudes entre el retorromance y el francoprovenzal y defienden una antepasado común que tenía rasgos de tipo francés. Otros relacionan las características francoprovenzales con incidencias lingüísticas francesas del norte y del este que tiene características más arcaicas.

Los dialectos francoprovenzales que se hablaron en Francia en la zona de Lion, Grenoble y el Jura han desaparecido, pero en Suiza e Italia han sobrevivido. Actualmente se hablan en las regiones de Saboya y en el oeste de Suiza (Vaud, Neuchatel, Valais) así como en el valle de Aosta. Los límites del francoprovenzal son bastante inciertos, sobre todo hacia el norte; en la parte occidental del Franco Condado, de Poligny a Vesoul, los dialectos son predominantemente borgoñones (franceses, pues); más al sur, la región de Saint-Claude habla dialectos francoprovenzales.

El límite entre provenzal y francoprovenzal es aún más difícil de establecer, por mucho que, gracias al estudio de Mons. P. Gardette, estemos mejor informados acerca de la condición de los dialectos entre Auvernia (provenzal) y él Forez (francoprovenzal).

En la Suiza romanda (Suisse romande), que es sin discusión el territorio más vasto y continuo donde se hablan dialectos francoprovenzales, el francoprovenzal linda al oriente con dialectos alemánicos, o sea alemanes. También aquí la frontera es más bien caprichosa y no ha dejado de sufrir cambios en las últimas décadas. Es oportuno, no obstante, observar que en la parte alemana de Suiza los dialectos alemánicos (el llamado Schwyzer-tütsch) tienen grandísima vitalidad hasta entre personas cultas, mientras que en la Suiza romanda, sobre todo en las ciudades, el uso del dialecto va en continua disminución. Así, cuando el habla romance gana territorio (como ha ocurrido en el Jura), es a favor del francés, lengua de cultura enseñada en la escuela, y no del francoprovenzal.

Aunque no exista un modelo estándar de la lengua, contamos con una larga, y escasa, tradición escrita. Se han catalogado franco-provenzales un fragmento de 105 versos de un poema sobre Alejandro Magno (principios del siglo XII) y un poema épico (mediados del siglo XII) de 10.002 versos titulado Girart de Roussillon. No obstante, aunque la lengua del primer poema contiene rasgos franco-provenzales, no existen pruebas contundentes para esta catalogación; de hecho, el reputado responsable de la edición del poema de Girart es de la opinión que el lenguaje se compone de una mezcla de formas francesas y occitanas. En cambio la Lista de los vasallos del conde de Forez, de mediados del siglo XII y sin valor literario, tiene decidido color francoprovenzal y lo mismo ocurre con un acta jurídica de 1265, con un recibo de Lent-en-Dombes de 1271 y con un largo documento jurídico de los condes de Vienne de 1276. También es del siglo XIII la Leyenda de San Bartolomé, cuya lengua tiene color lionés.

Ya a partir del siglo XIII, contamos con la traducción (en el dialecto de Grenoble) del latín Summa de un código legal de Justiniano, varios documentos legales (principalmente de Lion y Friburgo) y dos devocionarios, en el dialecto de Lion, obra de Marguerite d'Oingt (fallecida en 1310 ó 1311): el relato de una visión y de una vida, la de Santa Beatriz de Omacieux.

En el siglo XVI, asistimos al nacimiento de una literatura francoprovenzal conscientemente dialectal, así como a la aparición de los primeros textos impresos: un villancico navideño (1530) y una colección de 22 villancicos y otras canciones (1555), ambos de Lion. A parir de esta fecha, la actividad literaria en Francia y Suiza ha sido, aunque con alguna intermitencia, constante, con aportaciones en varios géneros: obras satíricas, poesía, teatro, periodismo. Debajo se reproduce una muestra de una farsa de la primera mitad del siglo XVI en el dialecto de Friburgo:

'Me lese joyx gala
putana denzix et alla
fere des aubade de nex
alla per tot le au me plix
fere banquet silliu feczron
quan not prennyn noczro feczron
et puit ma edix a dependre
largent de mon paret et pendre
por jn fere a mon plesir.'

Datos

No existen cifras oficiales acerca del número de hablantes del francoprovenzal. Se calcula su número, aunque con un posible amplio margen de error, en 60.000 en Francia y 70.000 en Italia, mientras que los datos sobre Suiza no están disponibles en ningún tipo de fuente. Podemos asumir que todos los hablantes en Francia y Suiza conocen perfectamente el francés, mientras que en Italia la lengua no sólo debe competir con el francés y el italiano, sino además con el piamontés.

En Francia la mayoría de los hablantes son mayores, aunque se encuentran en casi todos los departamentos de la zona tradicional francoprovenzal: en Savoy es hablado por unas 35.000 personas, en Ain por 15.000, Rhône por 1.000, en Loire por 5.000, en partes septentrionales y centrales de Isère por 2.000 y en partes meridionales de los departamentos del Jura y Doubs por 2.000. En Italia, conocido localmente como harpitan, se habla en el valle de Aosta y en los valles Alpinos, al norte y este del valle de Susa en el Piamonte por unas 70.000 personas de todas las edades, aunque con un notable desplazamiento al italiano entre los jóvenes. En Suiza se habló en la Suiza romanda, salvo en el cantón de Jura, pero sobrevive en las localidades montañosas de Valais y Friburgo, tal vez también Vaud, siendo más activamente usado en Evolène en Valais. Está amenazada en Italia y seriamente amenazada en Francia y Suiza.

En ninguno de los tres países goza la lengua de reconocimiento oficial. Mientras que algunas lenguas regionales en Italia, tales como el ladino dolomita, el alemán, el esloveno y el sardo cuentan con un estatus reconocido en su sistema educativo, la única lengua, aparte del italiano, que goza de un reconocimiento en las escuelas del Valle de Aosta es el francés.

Dialectos

La división en subdialectos es extremadamente difícil, pues el fraccionamiento es marcadísimo y, por así decirlo, no hay valle sin individualidad lingüística. Esto se debe en buena parte a la carencia de unidad histórica y política. No obstante, se pueden clasificar en lionés, neuchâtelois, dauphinés, saboyardo, y, en Italia, el grupo del Valle d'Aosta. Un dialecto francoprovenzal hablado en Italia es el faetar, hablado en Faeto y Celle San Vito, en la provincia de Foggia en la región de Apulia. En 1995 había unos 700 hablantes, incluyendo a unos pocos niños. Pero dado el pequeño tamaño de la comunidad y la emigración continuada el faetar está amenazado.

El dialecto de Ginebra fue por un tiempo lengua oficial de la antigua república ginebrina, pero después lo abandonaron voluntariamente (ejemplo sumamente raro) a favor del francés, hasta el punto de que se extinguió del todo en la ciudad y sus alrededores, a la orilla derecha del lago Leman y no sobrevive más que en los municipios rurales.  

Escritura

 

Gramática

Lingüísticamente el francoprovenzal está a medio camino entre el occitano (provenzal) y el francés en su gramática y sistema de sonidos. Entre las características de las hablas francoprovenzales puede señalarse en primer lugar el vocalismo muy afín al provenzal y el consonantismo más acorde con el francés. La a tónica se conserva como en el provenzal, pero se vuelve e por influencia de palatal, en grado superior aún al del francés (como en Grenoble pra < pratu(m) ; pan < pane(m), pero chieu < casa, cf. franc. chez); -u y -o finales permanecen como -o (como desiro = franc. je désire), etc.

En algunas partes del territorio, especialmente en Saboya, ts pasa a s y puede sufrir evoluciones varias. El léxico es muy conservador; en vista de que se trata las más de las veces de dialectos de territorios alpinos, no sorprenderá toparse con múltiples reliquias prerromanas. También desde el punto de vista del superestrato germánico hay en francoprovenzal elementos característicos de origen burgundio.