Lengua Sumeria
Historia
La lengua sumeria fue hablada por el
pueblo que vivió en las llanuras regadas por la confluencia de los ríos
Eufrates y Tigris al menos desde el período de Uruk III, pero
especialmente desde el de Jemdet Nasr (3100-2900 a. C.) en adelante y muy
probablemente ya en el de Uruk IV (3300-3100 a. C.) e incluso antes.
Durante esos periodos se desarrolló la escritura
pictográfica, siendo la idea llevada a Elam y Egipto.
Se ha tratado de relacionar la lengua
sumeria con la elamita sobre la base de la
similitud entre la terminación de los nombres personales que suele ser una
sílaba repetida en elamita: Silhaha, Kunene, Hilulu, Nabubu, etc. y
sumerio: Bunene, Zababa, Kubaba, Inana, Igigi, Aruru, etc. Esta característica
también existe en egipcio para formar los diminutivos
hdqq 'rata', hprr 'escarabajo' y en bereber.
Pero también se ha intentado formular
la relación genética del sumerio con el dravídico
y formando parte de una macro-familia lingüística junto con el caucásico
septentrional, yeniseico, burushaski, sino-tibetano,
etc. además de relacionarlo con la familia afroasiática. Durante
el tercer y el segundo milenio a. C. el sumerio parece haber sido la lengua
oficial del gobierno, mientras que el acadio la fue suplantando en el uso
popular. Los principales textos literarios datan del segundo milenio a. C.,
estando la más completa versión de la épica sumeria de Gilgamesh
en acadio. Se pueden
distinguir cuatro grandes períodos en la lengua sumeria:
-
Sumerio arcaico. Que cubre un
periodo desde el 3100 a. C. con la aparición de los primeros
registros sumerios hasta el 2500 a. C. En esta etapa los textos de la
lengua son de carácter comercial y administrativo, aunque también
los hay de enseñanza en la forma de simples ejercicios de escritura.
Debido a la escasez de material hay dificultades para conocer con más
exactitud este período de la lengua.
-
Sumerio antiguo o clásico. Que
va desde el 2500 a. C. al 2300 a. C. y está representado por los
registros de los primeros gobernantes de Lagash. Esos textos son de carácter
comercial, legal y administrativo, aunque también hay inscripciones reales y
privadas, especialmente de carácter votivo,
cartas y encantamientos. En contraste con el período anterior, aquí
nos hallamos con una mayor cantidad de textos lo que hace posible una reconstrucción
de la gramática sumeria y del vocabulario.
-
Sumerio nuevo. Durante el período
que va desde el 2300 hasta el 2000 a. C. surge con gran
fuerza la lengua acadia, usada a través de toda la región que cubre
el Imperio Acadio. Es el momento en el que la dinastía sargónica
toma la hegemonía de Babilonia y la lengua sumeria experimenta un
retroceso ante el empuje del acadio que la limita a una pequeña
región en Sumer. Tras un breve período de recuperación durante la
tercera dinastía de Ur, el periodo del sumerio nuevo llega a su fin junto
con la tercera dinastía de Ur para dar paso a las dinastía de
Isin, Larsa y Babilonia.
-
Post-sumerio. La última fase de
la lengua tiene lugar en el periodo babilonio antiguo, cuando
Babilonia se convierte en la capital del país. Es el tiempo en el que
gobiernan las dinastía de Isin, Larsa y Babilonia. Durante el mismo
los sumerios perdieron su identidad política y su lengua dejó de ser
hablada aunque continuó siendo puesta por escrito en el sistema
cuneiforme de escritura. En las últimas fases de este período, el
uso de la escritura sumeria se extendió en textos legales y
administrativos e inscripciones reales, que a veces son bilingües.
Muchas composiciones literarias sumerias que procedían por vía
oral de períodos más antiguos fueron puestas por escrito por
primera vez en esta fase. En esa literatura aparecen mitos, épica,
himnos, lamentaciones, rituales, encantamientos y proverbios. Por siglos tras el período babilonio antiguo, el estudio del sumerio continuó en las
escuelas babilónicas, hasta el punto de que Asurbanipal (siglo VII a. C.),
gobernante asirio, se jactaba de poder
leer la lengua. Incluso ya en el período helenístico hay tablillas
cuneiformes que muestran las palabras sumerias transcritas en letras
griegas.
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Datos
La lengua sumeria nunca se extendió mucho más
allá de sus límites originales en Mesopotamia meridional. Pero aunque el
número de sus nativo hablantes fue pequeño en número, la influencia que
ejerció en el desarrollo de Mesopotamia y en otras antiguas
civilizaciones fue enorme.
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Dialectos
Existía en sumerio una sutil variante hallada en
textos dirigidos a diosas o pronunciados por diosas o sus ayudantes femeninas.
Esta variación de la lengua se conoce como eme.sal 'lengua de las
mujeres' y es posible que la pronunciación sumeria ordinaria eme.KU
fuera tabú para las mujeres. La variación entre el uno y el otro tiene
carácter fonológico, pues morfológica y léxicamente son idénticos. Lo
que sorprende es que los préstamos que el acadio tomó del sumerio
proceden de ordinario de la forma eme.sal. |
Escritura
La lengua sumeria fue reproducida en sus
primeras etapas en un sistema de escritura consistente en signos
mnemónicos para los objetos y los campos semánticos asociados con
ellos. Como muchos de los documentos a escribir consistían de listas de
contabilidad era relativamente fácil ponerlos por escrito. Pero
gradualmente esos signos se convencionalizaron en otros realizados con
una cuña, los cuneiformes, que no representaban el objeto sino su
nombre: el ideograma se había convertido en logograma. Un paso decisivo
fue el descubrimiento de que tales signos podían representar no sólo
palabras sino también relaciones entre palabras, es decir, elementos
sintácticos y morfológicos. Pero a
Sidka, rey de
Ascalón, que no se había sometido a mi yugo, a los dioses de su familia, a
él mismo, a su esposa, a sus hijos, a sus hijas, a sus hermanos y a la
simiente de su familia yo deporté y traje a Asiria. A Sharruladari, hijo de
Rukibti, su antiguo rey yo lo puse sobre el pueblo de Ascalón y le impuse el
pago de tributo y regalos a mi señorío, llevando mi yugo. En el curso de mi
campaña, Bet-Dagón, Joppe, Bnebrak y Asuru, ciudades de Sidka, las cuales no
se sometieron prontamente a mi pie las sitié, conquisté y tomé su botín.
Los gobernadores, nobles y pueblo de Ecrón, que habían echado a
Padi, su
rey, comprometido por juramento y maldición de Assur en grillos de hierro, le
habían entregado a Ezequeías el judío como un enemigo, a
causa de los
malos hechos que habían cometido, sus corazones temieron y llamaron a los
reyes de Egipto, a los arqueros, los carros y caballos del rey de Meluhha, un
ejército más allá de toda medida y vinieron en su ayuda.
En los
alrededores de Eltekeh sus filas fueron atraías contra mí y afilaron sus
armas. Con la ayuda de Asshur mi señor peleé contra ellos y los derroté.
Los carros egipcios y príncipes con los carros del rey de Meluhha yo los
capturé vivos en medio de la batalla. A Eltekah y Timna yo puse sitio y
conquisté y expolié. Vine a Ecrón, degollé a los oficiales y nobles que
habían pecado y colgué sus cuerpos en maderos por la ciudad. Los
habitantes que cometieron crímenes y maldades los conté como botín y al
resto, que no eran culpables de pecado o maldad no los culpé de crimen y
ordené su libración. A Padi, su rey lo saqué de Jerusalén y puse su
trono de señorío sobre ellos y les impuse tributo por mi señorío. |
Gramática
El sumerio fue una lengua de tipo aglutinante y no flexiva, como lo son las
indoeuropeas y las semíticas. Por lo general, las palabras-patrón no están sujetas a ningún cambio flexivo. Las unidades gramaticales están formadas por un conjunto de palabras, que mantienen su estructura, y no por palabras aisladas. Se parece a otras lenguas aglutinantes como el
turco, el húngaro y algunas lenguas caucásicas. Muchas palabras-patrón eran monosílabas y se podían añadir a otras para formar palabras polisílabas, que eran palabras compuestas. Los nombres solían ser palabras compuestas como
lu-gal 'rey' ('gran hombre'), dub-sar 'escriba' ('tablilla escritor'), y
di-ku 'juez' ('juicio decididor'). Los nombres abstractos se formaban por medio de la palabra
nam, así, nam-lu-gal significa 'parentesco'. Las formas relacionales del nombre
se corresponden aproximadamente con las declinaciones del latín: -e
para el sujeto (nominativo), -a(k) 'de' (genitivo), -ra y -sh(e)
'hacia' 'para' (dativo), -a 'en' locativo, -ta 'desde'
(ablativo), -da 'con' (conmitativo). Las oraciones constaban de un predicado y una serie de nombres compuestos que estaban relacionados con el predicado como sujeto, objeto directo, indirecto y dimensional (circunstancial), esto es, el que establece las relaciones de localización. El predicado estaba formado por una raíz verbal y una serie de infijos o elementos gramaticales que se unían a la raíz. Los infijos servían para corroborar las relaciones entre el verbo y los compuestos, que habían quedado marcadas ya por las partículas gramaticales. El sustantivo compuesto podía estar formado por el sustantivo propiamente dicho, o por éste y sus modificadores, como los adjetivos, los genitivos, las oraciones de relativo y los posesivos. Las partículas de relación, llamadas posposiciones, siempre iban detrás de los compuestos. El verbo sumerio, con su concatenación de
prefijos, infijos y sufijos, presenta un cuadro muy complejo. Los elementos
conectados con el verbo siguen un orden rígido: elemento modal, de
tiempo, relacional, causativo, objeto, raíz verbal, sujeto y elementos
presentes-futuros intransitivos. En la forma activa del pasado
transitivo el orden se invierte. El verbo puede distinguir persona, número,
transitividad, intransitividad, voz activa y pasiva y dos tiempos: presente-futuro
y pasado.
Posee muy pocos adjetivos, ya que se empleaban en su lugar las expresiones genitivas (el equivalente al esquema nombre-de-nombre). Las cópulas y las conjunciones eran escasas, sus funciones las realizaban el orden de las palabras en la oración y los compuestos. Tampoco tenía pronombre relativo, las oraciones subordinadas adjetivas se indicaban por medio de una partícula que se colocaba al final. Esta clase de oraciones tenía un uso muy restringido; una partícula pasiva que tenía la misma forma del infinitivo solía sustituirlas. Dada la proliferación de homónimos monosilábicos en
sumerio es muy probable que tuviera un sistema fonémico de tonos. Las vocales atestiguadas son: i,
e, a
y u, aunque es posible que la lengua
hablada tuviera más sonidos vocálicos. Las vocales se elidían al final de palabra o en posición interconsonántica. Poseía 15 consonantes
b, p, t, d, g (oclusivas) k, z,
s, sh (africadas sibilantes sonoras), ch (africadas palatales sordas),
r, l, m, n, y ng (parecida a la ñ). La última consonante de las palabras no se pronunciaba a menos que fuera seguida de una partícula que comenzara por vocal. El género no se distingue; por ejemplo dingir
puede significar tanto dios como diosa, aunque algunas veces las
palabras pueden ser seguidas por nitah para indicar masculino y
por mi para femenino, por ejemplo masdha.nitah 'gacela
macho', mashda.mi 'gacela hembra'. Los nombres podían ser animados o inanimados, los animales pertenecían a la última categoría.
Para indicar el número se recurrió a varios
métodos: reduplicación o al uso de un adjetivo atributivo. Por
ejemplo, kur.kur 'montañas/países'. E.ne es un
señalador colectivo para seres humanos y divinidades: dingir.e.ne
'dioses/diosas'. La lengua sumeria tiene varias palabras para uno: desh,
ash, ge. La numeración del dos al diez es la siguiente: min,
pesh, lim, i, i.ash, i.min, i.us,
l.lim, hu. Como puede deducirse de lo anterior la
numeración del 1 al 10 está basada en un sistema basado en el 5, pero
desde el 20 en adelante la numeración es sexagesimal: 20 nish;
30 ushu; 40 ni.min. |
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